Llegan curvas para Houston Rockets, que cayó en la semifinal de la Conferencia Oeste ante los Warriors por 4-2 y mantiene varios interrogantes abiertos. Desde la continuidad o no en el banquillo de Mike D’Antoni, que acaba contrato en 2020, a la posibilidad de que haya un gran traspaso, puesto que todos los jugadores, salvo James Harden, son transferibles, entre ellos Chris Paul, Clint Capela y P.J. Tucker.

“Hay demasiada agitación en los Rockets. Hay situaciones difíciles por todas partes”, confesó un importante miembro de la franquicia a ESPN. Entre ellas, la relación entre las dos grandes estrellas, Harden y Paul, que cobrarán cada uno la próxima temporada 38 millones de dólares. “Chris quiere dirigir a James y este lo mira como diciendo: ‘Si no puedes superar a tu par, cállate y observa cómo juego’. Siempre hay algo de tensión cuando tienes a dos machos alfa, que le pregunten a los Warriors. Hay cierta contención entre ellos; pero son inteligentes y quieren ganar. No dejarán que eso afecta al equipo y esa no fue la razón de que nos ganaran”, explicaba la misma fuente a ESPN.

“La personalidad de Paul le impide pasar por alto muchas cosas. E insiste e insiste cuando Harden ya ha tenido suficiente y no solo él. Eso es lo que hace de Paul un ganador, aunque quizá también impida que sea un superganador. Debería moderar su actitud”.

Daryl Morey, el mánager general, está más preocupado, sin embargo, por cuestiones del juego y por los resultados que por el ambiente en la plantilla. El propio Morey afirma a ESPN: “Siento que tenemos una de las mejores parejas de la NBA. Hemos estado muy cerca de batir al que se considera el mejor equipo de la Liga y nos sentimos muy bien de que nuestras dos figuras continúen”.