Chris Paul y Rajon Rondo fueron dos de los tres protagonistas (Brandon Ingram es el otro implicado) de la pelea en el Staples Center del pasado domingo. Una escaramuza que no sorprendió a muchos dentro de la Liga, pues la relación entre ambos era ya mala desde hace diez años cuando los Juegos Olímpicos de Pekín estaban en el horizonte.

La selección de Estados Unidos llegaba a la cita asiática después del catastrófico bronce de Atenas 2004. im Duncan, LeBron James, Dwyane Wade, Vince Carter y Stephon Marbury, entre otros, formaron parte de esa trágica expedición a Grecia. Esa caída al tercer puesto mundial, tras tres oros consecutivos y cuatro en cinco citas olímpicas, fue visto como una afrenta nacional para los jugadores de la NBA. Los Juegos de Pekín estaban marcados a fuego en sus calendarios.

Todos querían acudir. Y Rondo, con el anillo de campeón recién sacado con los Celtics, se veía como claro candidato... pero se quedó fuera: Deron Williams, Jason Kidd y Chris Paul fueron los elegidos por Mike Krzyzewski. El por entonces base de Boston se sintió despreciado.

Un mal sentimiento que se desbocó en noviembre de 2009 al finalizar el primer encuentro entre Celtics y Hornets de la temporada. Ambos se enzarzaron en una discusión en la que Rondo enfatizó lo que él tenía y su rival, no. "Tengo un anillo y tú nunca vas a ganar uno", dijo el primero al segundo según Adrian Wojnarowski. Los árbitros tuvieron que intervenir para separarlos. Paul fue detenido antes de entrar en el vestuario del equipo de Massachusetts para continuar el intercambio de palabras.

"No me sorprende (la pelea), lo que me extraña es que no haya sido antes. Nunca se cayeron bien", comentaba Paul Pierce, que estuvo presente en ese rifirrafe de hace nueve años, después de los sucesos del Staples. "Hay mucha historia entre ellos", aseguró una fuente a la ESPN. Tras ese día, Rondo pidió que nunca se le preguntará por Chris Paul en las entrevistas. Una relación explosiva que tendrá su segunda parte el próximo 14 de diciembre en Texas.