El Olympiacos anunció el jueves que no jugaría el derbi ante el Panathinaikos de la Liga griega, después de que la Federación y esta competición no hubieran escuchado su petición: árbitros extranjeros. El equipo griego cumplió la amenaza (el viernes hubo una reunión de última hora en la que participó incluso el viceministro de deportes de Grecia) y no se presentó este domingo. Acordaron, eso sí, que el Panathinaikos debía acudir a las oficinas de la Liga (muy cerca del OAKA) para evitar altercados. 

Tras 15 minutos de espera, al PAO le han dado el partido por ganado (0-20), mientras que al Olympiacos, como castigo, le sancionarán con seis puntos. Ya recibió este mismo castigo tras negarse a jugar la segunda parte de las semifinales de Copa ante el Panathinaikos, lo que supuso el inicio de todo este lío. Si el Olympiacos no se presenta a otro partido, podría descender automáticamente a la segunda división griega.

No es el único contratiempo para el Olympiacos. Vassilis Spanoulis sufre un fuerte esguince de tobillo y, en principio, se pierde lo que queda de Euroliga (cuatro partidos de fase regular). Los de Blatt son octavos con un balance de 13-13.