Se enfría la llegada de Melo a los Lakers: depende de los playoffs
Las conversaciones entre el bloque de Los Angeles y el jugador se han enfriado tras los últimos resultados. La llave para su fichaje: luchar por la octava plaza del Oeste.
El hecho de que Carmelo Anthony pueda vestir la camiseta dorada y púrpura al lado de LeBron James podría ser una realidad, pero por el momento esa posibilidad se mantiene en el aire. Los Lakers y el jugador iniciaron conversaciones para firmar un contrato que les uniera hasta final de temporada. Han sido los últimos resultados del equipo los que han hecho que estas se pausen, enfriando su posible incorporación, tal y como afirmó Adrian Wojnarowski (ESPN).
Todo esto se debe a los resultados que está cosechando el bloque de Rob Pelinka y Magic Johnson. Suman siete derrotas en los últimos diez encuentros, contando con su último naufragio: el tropiezo ante los Suns (118-109), el peor equipo de toda la NBA con 13 victorias y 51 derrotas, en Phoenix.
Fue tras empezar esta mala racha cuando se iniciaron las conversaciones con Anthony pero las últimas cuatro derrotas en cinco partidos han generado dudas en la cúpula angelina, preguntándose si el entorno tan inestable que existía en el equipo podría cambiar a mejor con la llegada de un veterano como él.
Carmelo es agente libre desde el pasado 1 de febrero tras su breve paso por Chicago, donde no llegó a jugar, y su salida por la puerta de atrás en los Rockets. En el bloque texano solo pudo jugar los 10 primeros partidos del curso (2 como titular), hasta que Mike D’Antoni, el que era su entrenador, dejó de contar con él. Ahora, con 34 años, se le abre esta posibilidad y el único camino para que se cumpla se reduce a que los Lakers mejoren su balance y se puedan acercar al objetivo.
Cierto es que partidos como el último suponen un hándicap añadido para que el bloque californiano entre en playoffs. En este momento ocupan la décima posición del Oeste con un balance negativo (30-33) y la octava plaza, ocupada por los Spurs, está a cuatro victorias y media de diferencia. Una losa tremenda que levantar en los 19 partidos que les queda por jugar hasta el final de la temporada regular. Y una losa, quizá más pesada, para un jugador que ha sido 10 veces all star y que puede ver, una vez más, otra puerta que termina cerrándose en la recta final de su carrera.