Rose (24+3+8+2) volvió a brillar en su casa entre gritos de MVP

El partido tenía una gran historia antes de empezar y resultó ser la única que hubo, porque el resultado no dio lugar a la fantasía. Los Wolves dominaron el encuentro de principio a fin y se llevaron su cuarta victoria lejos de Minnesota con mucha facilidad. Los Bulls, que habían ganando tres de sus últimos cinco partidos y que habían mostrado ciertos síntomas de recuperación, volvieron a su estado natural de inferioridad total con casi cualquier equipo con el que se cruzan este año.

Así que la gran historia que decíamos fue la que centró todas las miradas. El regreso de Derrick Rose, que llevaba más de dos años sin jugar en Chicago. El hijo pródigo fue recibido como lo que es allí, una de las personas más queridas por los suyos. Y el base les devolvió todo ese cariño con una actuación notable. Jugando de titular por la ausencia de Jeff Teague, Rose se mostró muy motivado y acabó con 24 puntos, 3 rebotes, 8 asistencias y 2 robos. El público de United Center le cantó en varias ocasiones lo de "¡MVP, MVP!".

Aparte de él, Karl-Anthony Towns firmó un partidazo con 20 puntos y 20 rebotes. En los Bulls una buena noticia. El regreso de Zach LaVine tras estar seis partidos sin jugar. El escolta salió desde el banquillo pero ya fue el máximo anotador de su equipo con 28 puntos en 26 minutos.