NBA

"Para los Bucks es una gran ventaja que Giannis sea griego"

Un ejecutivo le dice a Howard Beck que es un factor clave para su posible continuidad en Milwaukee que Antetokounmpo no sea estadounidense".

Gregory ShamusAFP

Siempre es conveniente leer a Howard Beck, que en su último artículo para Bleacher Report se centra en la figura de Giannis Antetokounmpo para plantearse cómo de posible es que, en estos tiempos de tanta movilidad de las estrellas, una de las mayores de la NBA decida hacer carrera en uno de esos mercados pequeños que tan mortificados suelen sentirse cada verano.

La respuesta es muy positiva para todos los aficionados de los Bucks. Básicamente, Beck argumenta que Giannis no es una estrella al uso y que ahora mismo no hay ningún motivo para pensar que su futuro está lejos de Wisconsin. Y cita como una de las razones su origen griego, "una gran ventaja para los Bucks", según un ejecutivo de la liga que no da su nombre en el artículo. Es sencillo: Antetokounmpo no creció en EE UU con su actual cultura de torneos AAU en verano, unas plataformas amateur que son un verdadero mercado de carne para jugadores todavía muy jóvenes, un sistema que para muchos ha sido clave en el nuevo tipo de estrellas no tan comprometidas con sus equipos que han poblado la liga en los últimos lustros. Además, tampoco juega con la selección de Estados Unidos, que tantos veranos forja o refuerza amistades que acaban en súperproyectos como los Heat de LeBron James, Dwyane Wade y Chris Bosh. Giannis, que este verano se compró casa en Milwaukee, ni siquiera acepta invitaciones para entrenar con otras estrellas en verano y su excompañero Jason Terry lo tiene claro: "Ni un millón de años se juntará con otras estrellas, en su ADN está liderar él a su equipo hacia un título".

Y el propio Giannis se expresa en la misma línea: "No hacen falta muchas estrellas, ahora tenemos un equipo en el que todo el mundo tiene confianza, todo el mundo está disfrutando y jugando duro. Y eso es cosa del entrenador". Efectivamente, Budenholzer ha transformado a los Bucks en la mejor versión de sí mismos en tres décadas, un equipo que por fin parece que ganará una serie de playoffs (no lo hace desde 2001) y uno en el que Giannis aspira al MVP de forma legítima: "No me interesan las estadísticas ni los premios individuales. Quiero ser uno de los mejores de la historia, pero quiero lograrlo ganando con mi equipo", dice el griego, que lleva en la NBA desde 2013, ha sido all star las dos últimas temporadas y puede ser ya, tras la salida de LeBron James con destino LA, el mejor jugador de la Conferencia Este.

Los Bucks están en un excelente momento deportivo y social: acaban de estrenar pabellón de 524 millones, el Fiserv Forum, con unas excelentes instalaciones de entrenamiento al lado, tienen un general manager de 35 años, Jon Horst, que ha comprado la idea de Budenholzer (Antetokounmpo rodeado de tiradores) y que trabaja para que el alero no pierda la sensación de que puede ser campeón en su actual equipos, la clave para espantar a los grandes gigantes del mercado, como explica el ex general manager de los Cavs, David Griffin: "Las estrellas tienen más poder que nunca y han aprendido a utilizarlo". El punto clave de una evolución de décadas, desde que la agencia libre ni siquiera existía, ha sido los movimientos de LeBron, que desde 2010 ha cambiado tres veces de aires como agente libre.

¿El riesgo? Que el proyecto no explote. Algo parecido a lo que está pasando en Nueva Orleans con Anthony Davis. Allí, la franquicia vive con enorme ansiedad lo que pueden ser los últimos pasos de su mega estrella en el equipo que le drafteó. Por mucho que este verano pueda firmar una ampliación de 239 millones por cinco años que no pasaría de un máximo de 205 en cualquier otro destino. Davis será agente libre en 2020. Antetokounmpo lleva un año de retraso en el mismo trance: puede firmar su extensión en 2020 y sería agente libre en 2021. Hasta entonces, cobrará los 24,1 millones de esta temporada y tiene firmados 25,8 y 27,1 en las dos próximas. Por ahora, todo inspira tranquilidad y optimismo en Milwaukee, pero será importante ver cómo termina esta temporada, y sobre todo qué hace Horst el próximo verano, cuando sean agentes libres Middleton, Bledsoe y Lopez y restringido Brogdon.

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