Unos Celtics diezmados por las bajas acaban con Anthony Davis
Partidazo de los Celtics sin Kyrie, Horford, Hayward y Baynes. Esfuerzo colectivo tremendo ante un Davis que volvió a estar demasiado solo.
Estas son las victorias marca de la casa Brad Stevens, las que llegan porque el todo es mucho más que la suma de las partes... y estas son las derrotas que ponen de los nervios a Anthony Davis, cuando tiene que exprimirse y hacer demasiadas cosas sin ningún premio. Los Celtics ganaron sin ningún problema (113-100, 103-81 mediado el último cuarto) a los Pelicans a pesar de que Davis, pese a arrastrar problemas en la cadera, jugó 38 minutos y acabó con 41 puntos, 7 rebotes y 34 tiros a canasta (17/34). En el Garden, una de las pistas que sueña con tenerle en el futuro (¿y cuál no?), el pívot vio como su equipo se quedaba cortísimo, casi sin tiro exterior (8/26 en triples), muy flojo en defensa desde el principio y con muy poca participación de Jrue Holiday (7 puntos, 6 asistencias) y un Mirotic que solo jugó 7 minutos por problemas en un tobillo y se quedó en 3 puntos y 1 rebote (1/4 en triples).
Estas son las derrotas que temen en Nueva Orleans, las que pueden alejar definitivamente a una estrella que ve como marchan ahora 14-15, sin dos triunfos seguidos desde el 20 de noviembre y derrotados en el Garden por los Celtics, que están en seis victorias consecutivas (16-10 después de unas buenas zozobras). Lo que debería ser un triunfo asumible fue doloroso porque los verdes estaban literalmente en cuadro: sin Baynes, Hayward, Horford ni un Kyrie Irving sin el que su equipo está 19-3 en los 22 partidos que no ha jugado en su pista desde que cambió Cleveland por Boston.
Fue un recordatorio de lo que eran aquellos Celtics que la pasada temporada, sin Kyrie ni Hayward, se quedaron a una victoria de las Finales. Un tremendo esfuerzo colectivo en el que sobresalieron Marcus Morris (31 puntos, 5/8 en triples), Tatum (21+6 rebotes), Rozier (10+7+6), un Jaylen Brown muy agresivo (19 puntos) y el rookie Robert Williams, que jugó 26 minutos y acabó con 11 rebotes y 3 tapones... dos de ellos al mismísimo Anthony Davis. Así son, ya lo sabemos, los equipos de Stevens...