Un nuevo episodio entre Westbrook y Beverley acabó con la policía en la pista

En los playoffs de 2013 comenzó una rivalidad entre Russell Westbrook y Patrick Beverley nada sana. Beverley, entonces en los Houston Rockets, lesionó al de los Thunder al intentar robarle un balón. Las maneras en las que fue a esa jugada siempre dejaron la sensación de que su intención no era tanto quitarle la pelota como golpear a su rival. Westbrook se rompió el menisco, no volvió a jugar en esos playoffs, y se tuvo que someter a un par de operaciones en la rodilla. Este año se perdió los dos primeros partidos de la temporada porque tuvieron que limpiarle de nuevo la misma rodilla, que no le ha dejado de dar problemas desde entonces.

A falta de 6 minutos y medio para el final del partido Beverley decidió pelear un balón sobre el que Westbrook había perdido el control. Llegaba claramente tarde, pero aún así no frenó en su carrera y envistió con su cuerpo a su rival a la altura de las piernas. Westbrook, que se libró de una posible lesión al saltar en el momento del impacto, se fue apretando los puños hacia el banquillo de los Clippers diciendo de todo, con evidentes signos de rabia. Beverley empezó a contestarle y hacer gestos con la mano de que hablaba mucho, y ahí se lío.

Se montó una trifulca entre los dos equipos en la que tuvo que intervenir la policía, que durante el tiempo muerto posterior se situó entre los dos equipos para que no pudiesen acercarse los unos a los otros. La jugada acabó con una técnica a Westbrook, una flagrante tipo 1 a Beverley y la seguridad de que los problemas entre ambos jugadores están muy lejos de terminarse.