NBA | JAZZ 123 - WARRIORS 124

Jerebko se venga de sus ex, los Jazz, en el último segundo y los Warriors se llevan un partidazo

Un palmeo de Jonas Jerebko, que la temporada pasada estuvo en Utah, dio la victoria a los Warriors, que remontaron en la segunda parte.

A priori este partido estaba marcado como uno de los que había que ver en esta primera semana de la NBA 2018/19 y esa predicción no pudo ser más acertada. Digamos que ha sido el primer partidazo del año, con remontada del campeón incluida y un protagonista inesperado. Los Warriors se deshicieron finalmente, tras mucho sufrir, de unos grandes Jazz por 123-124 con una canasta de Jonas Jerebko en el último segundo.

Los Jazz habían salido a por todas sabedores de que este partido, retransmitido a nivel nacional y ante el equipo a batir no sólo en su conferencia sino en toda la Liga, les podía merecer la pena para mandar un mensaje al resto. Así lo hicieron, cogiendo ritmo conforme pasaban los minutos para terminar haciendo historia, sin exagerar, al final del segundo cuarto.

En los ocho minutos finales de la primera parte los Jazz metieron 41 puntos, una bárbara proyección de 205 en un partido completo. Y no se quedaron ahí, ya que fueron 47 en el total de la manga, la mejor de su historia en la NBA y la más tortuosa de la historia de los Warriors. Triple tras triple, adecentando con 10 una marca que acabaría en 19 al final del encuentro (la mayor, también, de los Jazz en un sólo encuentro), le estaban dando un repaso a Golden State.

Pero los Warriors no estaban teniendo un día malo, simplemente veían enfrente a un rival al que todo le salía de maravilla. Llegó el momento de Stephen Curry, que se cargó una desventaja de 16 puntos (los que él metió) en el tercer cuarto. Y también estaba Kevin Durant, que en los últimos minutos completó unos números siderales: 38 puntos, 9 rebotes y 7 asistencias. Entre los dos terminaron metiendo 69, la mejor marca en un encuentro desde que son compañeros de equipo.

Estaría feo no destacar a Joe Ingles, que metió 27 puntos (7/11 en triples) y cada vez hace más ruido en estos Jazz. El australiano fue el mejor, pero en los últimos minutos compartió protagonismo junto a Gobert, Crowder y Ricky Rubio (13 puntos y 10 asistencias). Era un esfuerzo de equipo para sostener lo que se les venía encima.

Donovan Mitchell sigue tomando responsabilidades, porque puede, pero tuvo un triple -demasiado arriesgado- para sentenciar en la penúltima jugada que no entró. La última se jugaba en la pizarra de Kerr, que no destacó cuando es uno de los que suele hacerlo: un tiro mondo y lirondo en penetración de Kevin Durant que estuvo bien defendido. Pero ahí estaba Jonas Jerebko para tomar la palabra.

Jerebko tocó el balón a falta de un segundo, un balón que se metió en la cesta tras rebotar en el aro. Y victoria. Y los Warriors gritaron de placer y Jerebko gritó de rabia. El año pasado estuvo en los Jazz y este verano decidieron no ejecutar la cláusula de renovación, algo que aprovecharon los de Oakland para hacerse con sus servicios. Antes sus ex, por lo menos, ya están amortizados.

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