La G League planea 'fichar' a jugadores al salir del instituto
Según ha declarado su presidente Malcolm Turner, evitarían a las mejores promesas pasar el año económico en blanco en la Universidad al que les obliga la actual ley.
La cifra de la que se está hablando para estos proyectos de jugadores NBA sería de 125.000$ durante ese año de prueba en la G League. Esto puede entrar en conflicto con quienes ya están jugando allí, ya que el salario base ahora mismo está estipulado en 35.000$ por los cinco meses de competición. Una cifra sensiblemente menor.
Todavía hay muchas dudas que responder al respecto y para ello se va a reunir a un comité de expertos que intentará poner las fronteras que rijan el aterrizaje de todos esos jugadores. ¿Qué tipo de jugadores podrán ser elegidos? ¿Qué cantidad al año? ¿Cómo se repartirán entre las 26 franquicias de la G League? Son muchas cosas aún por decidir, pero la intención de llegar a buen puerto con esta propuesta es indudable.
Esta opción sería un parche (porque sólo contarían con los mejores jugadores) para el gran problema que ha tenido el baloncesto universitario en los últimos años: los escándalos por corrupción en los que se ha descubierto tramas para beneficiar económicamente a jugadores, algo totalmente prohibido. Ese sistema que impide optar al draft hasta los 19 años se ha llegado a tachar de racista, ya que el año sin ingresos que pasan en la universidad influye mucho más al bolsillo de las familias de jugadores negros, normalmente con menos recursos económicos. El debate ha sido tan potente que la NBA ya tiene previsto modificar la regla y que en 2022, la fecha que ahora mismo barajan, las franquicias puedan elegir otra vez a jugadores de 18 años. Hasta 2005 era así, fue ese año cuando se obligó a los jugadores a tener 19 o haber pasado un año en la universidad.
Lo cierto es que en Estados Unidos esta noticia no ha dejado indiferente a nadie. El periodista de ESPN que ha dado la exclusiva, Jonathan Givony, explicaba en su cuenta de Twitter que no ha parado de recibir llamadas de agentes NBA y de las principales universidades del país. Los primeros "salivando" ante la posibilidad que se les presenta por delante. Las segundas, "con nervios" ante lo que pueden perder.