LOS ANGELES LAKERS

Ingram, la próxima estrella NBA: "Tiene un talento especial"

Los Angeles Lakers afrontan un temporada ilusionante con la llegada de LeBron, que ya ha encontrado a su 'ojito derecho' en el equipo: el alero de 23 años.

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Brandon Ingram, durante el partido contra Denver Nuggets.
Harry How AFP

Los ojos de los aficionados de Los Angeles Lakers han estado de viaje durante todo el verano. Primero llegó el draft con las elecciones de Moritz Wagner y Sviatoslav Mykhailiuk y la llegada de Isaac Bonga; y después, el premio gordo, el sueño húmedo hecho carne: LeBron James trasladó todo su talento desde Cleveland a la soleada California. Y tras él, el dominó de incorporaciones: Rajon Rondo, JaVale McGee, Lance Stephenson y Michael Beasley, además de la renovación de Kentavious Caldwell-Pope. Múltiples caras nuevas para relanzar la ilusión de un público que lleva sin ver el morado y oro en los Playoffs cinco años, el lapso más largo en la historia de la franquicia.

Pero ante tanta mirada lejana y coqueteos con otras estrellas de la Liga, Luke Walton guarda entre sus cartas a Brandon Ingram. El alero, elegido como número dos del draft 2016, cumplirá este año su tercera temporada en la Liga norteamericana y se espera de él un verdadero salto de calidad y de relevancia dentro del equipo. Con un aspecto físico semejante al de Kevin Durant, el jugador de 21 años tiene unas cualidades físicas únicas y una capacidad de desarrollo especial. La pasada campaña, por ejemplo, aumentó en casi diez puntos su porcentaje desde la línea de tres (39%) y en casi ocho puntos su anotación (16,1). "Es el jugador más versátil que tenemos", subrayó al finalizar la temporada Magic Johnson, presidente de operaciones de los Lakers.

"Este es su año, creo en él. Me encanta ver su crecimiento", dijo LeBron James tras la exhibición que ofreció ante Sacramento Kings durante esta pretemporada con 31 puntos (10 de 15 en tiros de campo), 9 rebotes, 3 asistencias y 3 robos. "Tiene un talento especial", continuó el Rey. "Sé lo que veo en él y él busca la oportunidad para dar su próximo salto. Hay mucho potencial en ese chico y estoy feliz de darle todo lo que pueda". 

Compartir vestuario con LeBron será la prueba definitiva. Junto al cuatro veces MVP, la calidad sale a relucir. Si la tienes, se nota y subes los escalones del desarrollo personal de cuatro en cuatro. James es la Piedra de Rosetta de la NBA: descifra el nivel real de cada jugador. Por eso, sus palabras y su confianza son una prueba más de lo que puede llegar a ser el de Carolina del Norte. "Mi confianza sigue creciendo a medida que juego. El juego se me va haciendo cada vez más lento. Mis compañeros creen en mí y me dan confianza. Cada día salgo a ser mejor", subraya el propio Ingram, que tiene un sueño para esta campaña: "Quiero ser All Star".

Bron no ha sido el único en piropear a Ingram. Rondo, ya con doce temporadas a su espalda en la NBA, alabó su nivel defensivo, que se aprovecha de una envergadura que alcanza los 230 centímetros y que provoca que sus oponentes lancen un 3,5% menos cuando están emparejados con él. "Es mejor defensa de lo que pensaba y podría liderar al equipo en robos y tapones este año. Puede hacerlo todo. Cambiar del uno al cinco. Estoy muy impresionado por la forma que juega en la parte de atrás", comentó el base, un verdadero experto de las artes defensivas. Grandes elogios. Gran responsabilidad.