GUÍA NBA TEMPORADA 2018-19

Philadelphia 76ers: un verano difícil pero un equipo sin techo

Después de los primeros nubarrones en un proyecto que va lanzado, Embiid y Simmons llegan al nuevo curso con aspiraciones máximas.

Mitchell LeffAFP

AÑO DE CREACIÓN: 1946

PABELLÓN: Wells Fargo Center

PROPIETARIO: James Dolan

GENERAL MANAGER: Elton Brand

ENTRENADOR: Brett Brown (desde 2013)

TÍTULOS: 3 (1955, 1967 y 1983)

PASADA TEMPORADA: 52-30 (eliminado en segunda ronda)

PRINCIPALES ALTAS: Wilson Chandler, Mike Muscala, Zhaire Smith, Landry Shamet.

PRINCIPALES BAJAS: Marco Belinelli, Ersan Ilyasova, Justin Anderson, Richaun Holmes, Timothe Luwawu-Cabarrot.

CONTRATOS MÁS ALTOS 2018-19: Joel Embiid (25,4), Wilson Chandler (12,8), JJ Redick (12,2).

PRINCIPALES JUGADORES EN ÚLTIMO AÑO DE CONTRATO: Wilson Chandler, JJ Redick, Jerryd Bayless, Mike Muscala, TJ McConnell, Amir Johnson.

PLANTILLA: Pincha en este enlace

ANÁLISIS: El Proceso ya no es suficiente

Los Sixers terminaron la temporada pasada a toda máquina, se deshicieron de los Heat en primera ronda, con Joel Embiid convertido en all star y Ben Simmons a punto de ser Rookie del Año, y se aprestaron a poner el reloj a su cero en su rivalidad con los Celtics, una de las más feroces y pretéritas de la historia del deporte en la Costa Este.

Y, entonces, llegó un tremendo golpe de realidad para un equipo que había viajado durante meses sobre un (merecido) tsunami de hype: los Sixers pagaron la novatada contra unos Celtics en cuadro pero ultra competitivos, con un excelente Jayson Tatum obtenido con un pick (3) que dieron los Sixers para llevarse (en el número 1) a un Markelle Fultz que penó todo el año con una extraña lesión de hombro que le hizo perder prácticamente por completo su mecánica de tiro. La temporada acabó con cierto regusto amargo. Y no solo eso: un sainete en las redes sociales sacó a Bryan Colangelo de los despachos y descabezó al equipo cuando se movían las principales mareas del mercado. En el draft, su pick 10 fue un chico de Philadelphia cuya madre trabaja en la franquicia y que parecía encajar como un guante en el equipo: Mikal Bridges... traspasado minutos después de su elección a Phoenix. Y, finalmente, se desvanecieron las opciones de captar a Paul George y sobre todo a LeBron James, que realmente existieron y que habría convertido oficialmente a la franquicia en el terror de la liga. En paralelo se fueron los tiradores que habían relanzado la producción del banquillo en el mercado invernal, Marco Belinelli y Ersan Ilyasova.

De pronto, habían surgido algunos nubarrones en los Sixers del Proceso, un equipo que había borrado con la extraordinaria brillantez de Simmons y Embiid el rastro de casi un lustro de miserias articuladas a través del tanking más industrializado y consciente que jamás vio la NBA (al menos si se atiende a la longitud del plan).

Pero poco a poco, y como sucede tantas veces, el verano fue cicatrizando heridas y los Sixers llegan finalmente a la parrilla de salida como principales aspirantes junto a los Raptors a discutir a los Celtics (muy favoritos) el trono que deja vacante en el Este LeBron James: Elton Brand (una figura muy respetada entre los jugadores) ha llegado como nuevo general manager, JJ Redick renovó por una temporada más, Wilson Chandler aparece como una pieza muy interesante (aunque no sea LeBron James) en una rotación en la que siguen Saric y Covington, Fultz empezó a meter tiros en el training camp... y la insensible salida de Bridges dejó a cambio una futura primera ronda y el número 16 de este año, un Zhaire Smith que es un tremendo espécimen físico que aportará defensa y rebote desde el primer día. A través otra primera ronda (pick 26), la suya (el 10 original era de los Lakers) llegó Landry Shamet, un guard que también defiende, compite... y anota desde el exterior, algo esencial para maximizar a Simmons y Embiid, una pareja concebida para ganar anillos sin que se les pueda rebajar ni un ápice la exigencia y con el acicate de esa derrota ante los Celtics, el primer varapalo (lesiones al margen) para ambos y una lección que veremos hasta qué punto han interiorizado ya. Lo que es seguro es que, otra vez, no vamos a para de hablar de estos Sixers, un histórico que se ha convertido también (Proceso mediante) en uno de los equipos del futuro.

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