Kawhi Leonard-San Antonio: historia de un desencuentro
En marzo de 2016 comenzaron los problemas del alero con una lesión en el cuádriceps que desató una tormenta incontrolable en la franquicia texana.
Kawhi Leonard abandonará San Antonio después de siete temporadas, un anillo de la NBA, un MVP de las Finales, dos premios como mejor defensor del año y dos All Star Game. Su salida se ha estado mascando durante mucho tiempo aunque sorprende su adiós. Es un terremoto para la Liga norteamericana. Un tsunami para los Spurs, fiel reflejo de la perfección organizativa, la pulcritud y el trato, siempre bajo la templanza de Gregg Popovich. El entrenador, en la rampa de salida del campeonato, ha vivido por primera vez en sus 21 años y medio en el banquillo texano una rebelión a bordo que no ha podido controlar. El llamado entorno y la personalidad de Kawhi ha diezmado finalmente y poco a poco al técnico de los cinco campeonatos desde marzo de 2016.
Es a partir de ese citado mes cuando el jugador comienza a sufrir distintas contusiones en el cuádriceps derecho. Una molestia que no le detiene: disputa 74 partidos de temporada regular. En los playoffs juega once encuentros seguidos, perdiéndose solo el sexto y definitivo frente a los Houston Rockets, antes de afrontar la final de Conferencia frente a los Golden State Warriors. Durará 24 minutos. Una caída sobre el pie de Zaza Pachulia, cuando los Spurs controlaban el duelo, le provocó un fuerte esguince de tobillo que puso el punto final al curso tanto al equipo como a él. Sin embargo, nadie esperaba lo que vendría a continuación.
A finales de septiembre de 2017 se anunció que Leonard se perdería toda la pretemporada. Tardaría 212 días en volver a una cancha por los problemas en el cuádriceps. Su retorno será en Dallas un 12 de diciembre. Hasta el 13 de enero, disputará un total de nueve partidos de los 17 posibles. No volverá más a pesar de los ruegos de muchos de sus compañeros para que les ayudará contra los Warriors en los playoffs. La poca información sobre su estado creo incertidumbre en los aficionados spur y la tensión por el diagnóstico llevan a la fractura total entre las partes.
El entorno del jugador mantiene que las distintas contusiones sufridas en dicha zona desde marzo de 2016 están detrás de una dolencia más grave que se manifestó a finales de la pasada campaña. El endurecimiento del cuádriceps condujo a una atrofia muscular que a su vez produjo daños en los tendones que lo conectan con la rodilla derecha. Una tesis que no compartían en los Spurs, cuyo cuerpo médico sostenía que padecía una tendinopatía. Una dolencia en el tendón que causa un efecto degenerativo en el cuádriceps al mantenerlo en un constante estado de agotamiento. Esta diferencia a la hora de señalar la naturaleza de la lesión (un problema muscular contra un problema en el tendón) es uno de los focos de tensión entre ambas partes.
Esta disparidad de diagnósticos llevó a una nueva fricción. En un primer momento fueron los galenos de la franquicia quienes asumieron la recuperación del MVP de las Finales 2014, pero la presión del círculo del jugador hizo que poco después también pasase consulta con el doctor Keith Pane, afincado en Nueva York. El 12 de diciembre Kawhi reapareció en Dallas, si bien nunca dejó de sufrir molestias. Para los médicos de la franquicia estaba curado, pero en la previa de un partido en Brooklyn a mediados de enero Popovich anunció que su pupilo pasaba de nuevo a ser baja indefinida. "No ha sufrido una recaída, pero no está en la dirección correcta", explicó el técnico. Ramona Shelbourne y C. Wright informaron de que Leonard aprovechó la estancia en Nueva York del equipo para visitar al doctor Jonathan Glashow. La cita con Glashow fue organizada por Mitch Frankel, el agente de Kawhi, y Dennis Robertson, su tío materno y gran apoyo desde que el fallecimiento de su padre en 2008. "Confía plenamente en él", asegura alguien muy cercano al jugador.
"Está fuera de nuestras manos", admitió entonces un empleado de la franquicia. San Antonio comenzó a estar realmente molesto por cómo había sido apartado del caso y la forma en la que lo estaba gestionando el entorno del jugador, que a su vez no entendía la reticencia del equipo a que este recibiese segundas y terceras opiniones y cómo Gregg Popovich iba a pasar a cuestionar públicamente los pasos que se iban a dar. Leonard, desplazado a Nueva York para trabajar en su recuperación, apenas se dejaba ver por la ciudad texana. "No mostraron amplitud de miras. Se han ganado una excelente reputación, pero ese ego hace que a su vez no les guste que sus jugadores trabajen con gente que no es de su staff". "Colocaron a Kawhi entre la espada y la pared. Hicieron que pareciese el malo". Son dos de las opiniones salientes desde el círculo de un Leonard que, si por algo se distingue, es por su timidez. Ni se prodigó ante los medios antes de la lesión, ni tampoco durante. Prácticamente todas las informaciones que han tenido a él como protagonista han llegado a través de las filtraciones o declaraciones provenientes desde los propios Spurs o su entorno, en el cual también se encuentra su hermana Miesha Slayton, gestora de la cuenta oficial del su club de fans en Instagram.
Al margen de este cóctel médico y de celos, para entender la falta de confianza entre las partes implicadas hay que remontarse nuevamente a 2016. Ese es el año en el que Brian Elfus, un agente con buena relación con la dirección deportiva y cuerpo técnico de los texanos, rompió su vínculo con Kawhi. Fuentes de la franquicia reconocen que desde entonces la relación con Frankel y Robertson no ha vuelto a ser la misma. Una noción que ayuda a entender las constantes apelaciones de Popovich al "grupo" de Kawhi cuando hablaba ante la prensa.
Y esta corriente de agua ha fluido hasta este miércoles cuando los Raptors superaron en oferta a Sixers, Clippers e incluso de unos Lakers que habían reducido su interés tras la llegada de LeBron James. El traspaso, que no es del agrado de un jugador que finaliza contrato el próximo verano, llega tras su petición explicita de salida de Texas. Para muchos un deseo mal filtrada en junio y que impedía cualquier marcha atrás. "Los Spurs ya se han convencido de que es el momento de separar sus caminos. Se han dado cuenta de que no hay forma de reparar su relación. La cosa va más allá de una reunión cara a cara entre Popovich y Kawhi. No es lo mismo que hace un año con LaMarcus Aldridge. Ya ha pasado el punto de no retorno", comentó Marc Stein (ESPN). La historia ha llegado a su fin.