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VILLANOVA 79 - MICHIGAN 62

DiVincenzo da su segundo título en tres años a Villanova

El sexto hombre de los Wildcats decidió el partido en dos momentos clave. Michigan perdió el rumbo en la primera parte y no pudo recuperar.

SAN ANTONIO, TX - APRIL 02: Donte DiVincenzo #10 and Jalen Brunson #1 of the Villanova Wildcats celebrate after defeating the Michigan Wolverines during the 2018 NCAA Men's Final Four National Championship game at the Alamodome on April 2, 2018 in San Antonio, Texas. Villanova defeated Michigan 79-62.   Tom Pennington/Getty Images/AFP
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TOM PENNINGTONAFP

Ganó el mejor. El mejor con diferencia. Después de 10 minutos de incertidumbre, Donte DiVincenzo marcó el camino y Villanova pasó como un avión por encima de Michigan. Sin compasión, sin reparo. Con su segundo título nacional en tres años entre ceja y ceja. Los Wildcats no dieron opción alguna a los Wolverines y se llevaron un campeonato más que merecido. Ganó el equipo más serio del torneo. Ganó el mejor. 

No se le puede reprochar nada a Michigan. Los Wolverines salieron a por todas, con un Moritz Wagner imparable que amenazaba con repetir una actuación como la de las semifinales (primer 20+15 en Final Four desde Olajuwon). El alemán, dueño y señor de los primeros minutos, anotó sus cuatro primeros lanzamientos para 11 puntos (acabó con 16 y siete capturas). Pero con él y en esos primeros minutos empezó y acabó la final de los Wolverines.

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Jalen Brunson, el mejor jugador del año en la NCAA, puso los cuatro primeros puntos de los Wildcats en el marcador. Pero el héroe fue Donte DiVincenzo. El sexto hombre de Villanova fue el factor X, el jugador determinante. Y lo fue en los dos momentos que decidieron el partido. Fue la respuesta al gran inicio de Michigan y la estocada tras la cuarta falta de Brunson. El pelirrojo al que apodan 'The Big Ragu' o 'el Michael Jordan de Delaware' aguantó a su equipo en el partido en el momento más delicado (ocho puntos consecutivos cuando mejor estaban los Wolverines) y tiró del marcador cuando toco resolver. Cinco triples, cinco rebotes, dos tapones espectaculares y un total de 31 puntos que ya son historia de la NCAA: nadie había anotado tanto desde el banquillo en una final, nadie había anotado tanto y ganado desde 1985 y solo Glen Rice (1989) había anotado 30 puntos con cinco triples en una final (vía ESPN).

Al ritmo del histórico DiVincenzo y con la buena actuación de un Mikal Bridges (19 puntos) que parece destinado a ser Top-10 del próximo draft, Villanova batió un nuevo récord de triples. Los Wildcats ya eran el equipo que más había anotado en la historia en un partido de Final Four (18), también el equipo que más había anotado en un torneo completo (76 totales) y por supuesto el equipo que más había anotado en una temporada completa (464 al final). Y ayer se convirtieron también en el equipo que más ha anotado nunca en una Final Four (28). El nuevo baloncesto. También en el deporte universitario.

Además, Villanova ha ganado todos los partidos del torneo por más de 10 puntos (+17 de media) y se convirtió en el cuarto programa desde la expansión de 1985 que gana dos títulos en tres años. Historia de la mano de un Jay Wright que, por si todo esto fuera poco, se coló ayer en un club algo más que selecto: tercer entrenador en activo con más de un título. Los otros dos (dos leyendas), Mike Krzyzewski y Roy Williams.

Los Wildcats, que han sido uno de los mejores equipos de la competición todo el año (si no el mejor), se llavan el Madness 2018. Justos campeones de un torneo que ha sido, con mil y una historias, poco menos que perfecto para la NCAA. Recuerdos a las canastas sobre la bocina, a los héroes de UMBC y a Sister Jean. Recuedos del talento de Duke, del último mes de Shai Gilgeous-Alexander, de la temporada de DeVonte Graham... Recuerdos de Marzo. Y así nos despedimos del baloncesto NCAA. Pero solo hasta la temporada que viene.