ANDORRA 89 - REAL MADRID 87

El Andorra frena al Madrid: primera derrota fuera de casa

Los blancos vencían por diez a falta de siete minutos. Landing Sané fue el héroe local con 24 puntos y 6 triples para 30 de valoración.

El desgaste de los grandes en la Euroliga da una bala extra al resto de equipos. Iguala la ACB, abre el abanico de candidatos a dar la sorpresa. Lo demostró un gran MoraBanc Andorra, que se ha especializado en llevar al límite al Madrid. Le reta con descaro, con velocidad y una anotación elevada. Y el premio esta vez fue una victoria que le impulsa en la pelea por el playoff. Un triunfo con carga simbólica dentro de una rivalidad preciosa, que ha cogido vuelo a raíz del campo atrás de Llull en la pasada Copa. Un éxito propio y un tropiezo ajeno, el primero del Madrid fuera de casa en la liga regular desde el 18 de marzo, casi once meses y trece partidos después. Estaba invicto a domicilio este curso (9-1 ahora).

Los de Laso, queda claro, no le ponen la alfombra roja a nadie, ni perdiendo por 26 en Moscú ni en Andorra después de un viaje de diez horas. El técnico salió con todo, con Doncic y Campazzo a la vez en pista. Soltó entonces un latigazo en forma de parcial (3-20 y 16-26 en el marcador) que ejerció de declaración de intenciones. El Andorra no se apocó. Recogió el guante y firmó un 6 de 9 en triples en el segundo cuarto. Volvía al duelo y aún le quedaba para un cambio de marcha más.

Taylor y Tavares, eliminados

El Madrid lo tuvo ganado, eso parecía al menos. Viajaba diez arriba (67-77) a falta de siete minutos y Taylor acababa de meter una canasta con posible falta adicional. La protestó con vehemencia y de la posterior técnica (y eliminación, era la quinta del sueco) el Morabanc montó la reacción. No fue por el tiro libre, sino por todo lo que acompañó a ese lanzamiento.

Hubo justo entonces un trasvase formidable de energía que colmó de fuerzas a los locales y vació el depósito del Real. Sin Taylor (entró Doncic), el desempeño defensivo varió. Los de Peñarroya encontraron el camino al aro tras cuatro minutos largos a cero. Adivinaron la ocasión de poner de nuevo al líder contra las cuerdas y se lanzaron a por ello de cabeza. Fueron con todo y el francés Landing Sané, refuerzo temporal, se erigió en el héroe de El Principado: 24 puntos (6 de 10 de tres) y 30 de valoración. Un pívot con mano diabólica.

Jaime Fernández hacía la cuarta, pero ahí estaba Sané para anotar y abrir espacios. Los que aprovechó el eléctrico Albicy (10 asistencias) para hacer diabluras y conectar con Diagné poco después de que Tavares también desfilara eliminado: cuarta en ataque y técnica por las quejas.

La clarividencia de Rudy se había esfumado tras torcerse el tobillo, entre Thompkins y Maciulis agruparon 2 de 11 en triples y Campazzo, superhombre hasta entonces, se atascó tras llegar con 19 puntos, 6 rebotes y 8 asistencias al tramo decisivo. Lo hizo todo menos ganar el partido. Tampoco Doncic apareció. Moscú y el CSKA quedaban a 3.500 kilómetros. Muy lejos y muy cerca a la vez. No hubo respuesta a la pasión local. Desenfreno triunfal.

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