NBA | ANÁLISIS

¿Es Durant el próximo Defensor del Año? "Es como Bill Russell"

El alero lleva diez partidos seguidos con al menos 2 tapones y pone más que Porzingis y Embiid. Green asegura que no hay duda ahora mismo.

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¿Es Durant el próximo Defensor del Año? "Es como Bill Russell"
Ezra Shaw DIARIO AS

Hace mucho que la defensa de los Warriors dejó de ser un secreto para cualquiera que asome un poco por el escaparate de la NBA: solo así se construye uno de los grandes equipos de la historia por mucho que lo que quedará en el recuerdo por encima de todo será el despliegue ofensivo de Stephen Curry, las tormentas de triples, las transiciones vertiginosas, los partidos de treinta y tantas asistencias, la inteligencia de Green, Iguodala y Livingston, la circulación excelsa y, ahora también, las canastas indefendibles de Kevin Durant. En su día ya escribí sobre el proceso de construcción de una de las grandes defensas de siempre, que no siempre está ahí porque no siempre hace falta, pero que percute en números históricos cuando los Warriors ponen los cinco sentidos en la pista.

Mark Jackson puso los cimientos del edificio y Steve Kerr lo convirtió en una lujosa mansión con lo último en domótica. Primero con la decisión de hacerse con Andrew Bogut para que sirviera de punta de iceberg contra el que se guiaba a las defensas rivales (ese fue el trabajo de Jackson). Después, con una aplicación nunca antes tan agresiva y tan perfeccionada y voluble de una defensa asfixiante de cambios constantes y movilidad perfectamente sincronizada. La del quinteto de la muerte sin pívot puro, imposible de aplicar sin la mejora defensiva que han sudado Stephen Curry y Klay Thompson, sin la presencia física de Iguodala y sin la conversión de Draymond Green (vigente Defensor del Año) en una especie de quarterback defensivo: un director de orquesta que muestra su mejor versión liberado de emparejamientos individuales y cerrando cremalleras por todo el ataque rival.

Un nuevo estilo sin Bogut y con KD

En el verano de 2016, con la Kevin Durant y la salida forzada de Andrew Bogut y su contrato, los Warriors persistieron en una idea defensiva que incluía a KD como efectivo protector del aro, no al uso del pívot convencional sino a base de apariciones fulminantes al amparo del trabajo de Green. Funcionó, entre otras cosas porque los Warriors ya habían sufrido (en la ya mítica final del Oeste de 2016, la del 4-3 ante los Thunder) a ese Durant defensor que había pasado más bien desapercibido para el gran público. Y así llegamos a las puertas de 2018: con el extraño caso de un anotador de leyenda (una de las armas ofensivas más completas de la historia: cuatro veces máximo anotador de la liga) mutando camino de los 30 años (los cumplirá en septiembre) en (también) terrorífica fuerza defensiva.

Hasta el punto de que Mychal Thompson, padre de Klay y guerrero en los Lakers del showtime, acaba de asegurar que Durant es “el jugador más completo del mundo” y ha comparado su defensa a la de Bill Russell. Glups. Más: Draymond Green dijo después del triunfo ante los Jazz que KD tendría que ser el Mejor Defensor de esta temporada, su sucesor en el premio, y que ahora mismo no hay ni rival a la vista. Han jugado muy poco hasta ahora, eso influye… y cambiará en la segunda parte de la temporada, Rudy Gobert y Kawhi Leonard.

Kevin Durant ha entrado cinco veces en el Mejor Quinteto de la temporada y dos en el Segundo. Pero nunca ha estado en ningún de los Quintetos Defensivos. Así que el salto sería exponencial. Y abriría otro debate: si un jugador es principal (o uno de los principales) aspirante a Defensor del Año y además promedia más de 26 puntos y 5 asistencias con más de un 60% en true shooting percentage y juega en el equipo con el mejor balance (ahora mismo lo son los Warriors), ¿no sería también el máximo favorito para el MVP?

El propio Durant asegura que lleva desde 2012 intentando que se le valore como defensor. Es el año en el que juega su única Final con los Thunder, y la pierde contra LeBron y sus Heat por un 4-1 engañoso: victoria en el primer partido, derrota ajustada (con la inexperiencia disparando a los pies Durant, Westbrook y Harden) y polémica (aquella falta clave no pitada de LeBron a Durant, precisamente) en el segundo, ventaja de diez puntos en la segunda parte de un tercero decidido en los últimos 90 segundos y 14 puntos de ventaja desperdiciados en el cuarto. Ahora se ha hablado de su tapón en falta a LeBron en el partido de Navidad, pero hay que recordar que era el quinto de la noche para Durant, que sumó otros tres ante los Jazz y acumula diez partidos seguidos con al menos dos. El cuarto máximo anotador es también segundo en tapones, 2,3 de media (2,4 Turner), por encima de Porzingis, Embiid, Anthony Davis o Capela.

Los Warriors, que también son séptimos en robos, lideran la NBA en tapones con cifras ridículas: 8,6 de media. Su diferencia con respecto al segundo (3,1: 5,7 de los Spurs) es mayor que entre este y el último (2,3: 3,4 de los Pistons). Y en el último mes la defensa de los Warriors, que comenzó el curso de vacaciones, ha trepado ya hasta el primer puesto de la competición. Steve Kerr dijo que la lesión de Curry podría acabar siendo beneficiosa. Y a eso se refería: con más rodaje y menos margen, los Warriors van avanzando hacia su mejor versión, cada vez más cerca de la primavera. Su 100,6 de rating mejora el 100,9 de los Celtics y como su ataque sigue repartiendo mordiscos (segundo por detrás de los Rockets), la diferencia de rating es un tremendo 11,8. Del tramo de 14 partidos en el que los Warriors se han puesto a defender, Curry ha sido baja en diez (está a punto de volver)… y Draymond Green en cinco. También ha estado más dentro que fuera Pachulia. Así que el verdadero eje defensivo del equipo ha sido Kevin Durant.

Durant-Green-Bell, una nueva fórmula

El alero está por encima del percentil 80 en defensa cerca del aro y por encima del 93 en últimos segundos de posesión, uno contra uno y jugadas al poste. Son datos que ofrecen una combinación exótica, muy difícil de alcanzar salvo para un jugador con el rango y los recursos de Durant, un siete pies que nunca ha querido reconocer serlo con una envergadura de casi 228 centímetros y la coordinación y la velocidad de un jugador de backcourt. La ventaja que le da ser casi una mutación de la naturaleza es algo de lo que se ha hablado desde su año en Texas al analizar su juego de ataque. Ahora se está viendo la dimensión que ofrece también en defensa.

Además, Kerr está empezando a experimentar de verdad con el frontcourt Durant/Green/Jordan Bell. El trío titular ante los Cavs. El rookie, robado a los Bulls por un puñado de monedas, es una fuerza de la naturaleza con la que Green ejerce de maestro escultor (“algo magnífico para él pero también una pesadilla”, dice Kerr) y está aprendiendo mucho más rápido de lo que esperaba incluso la propia franquicia. En los minutos que los tres han compartido pista (que van a más) los Warriors tienen un rating defensivo de 82,7 y una diferencia de ratings de +27,5. Con una extensión a 48 minutos de 13,4 tapones y 15,2 robos. La medias de la NBA están, por dar perspectiva, en 4,8 y 7,8. Colándose en un draft en el que no tenían picks y viendo donde nadie más había visto hasta la posición 38, los Warriors han encontrado y están puliendo otro nuevo formato atómico para su defensa (y uno barato: Bell no llega al millón esta temporada y cobrará 1,3 la próxima). Más ajustes, más cambios, más brazos por todas partes, más protección del aro. Y a la cabeza, el actual Kevin Durant. Una de las cosas más parecidas al jugador total que jamás haya pisado una pista de baloncesto.

¿Y también próximo Defensor del Año? Como mínimo aspirante muy serio, al menos ahora mismo. Ya se verá.