Lonzo Ball (19+12+13) ya es historia de la NBA: triple-doble más joven tras superar a LeBron
El base de los Lakers superó el récord del cuatro veces MVP por 5 días. Los angelinos no pudieron con los Bucks de Antetokounmpo: 33+15.
Ante el equipo que dirige Jason Kidd (107 triples-dobles a lo largo de su carrera), Lonzo Ball inscribió su nombre en los libros de historia de la NBA al convertirse en el más joven de siempre en lograr un triple-doble (19 puntos, 12 rebotes y 13 asistencias, además de 3 robos y 4 tapones). El base de los Lakers bate así el récord de precocidad de LeBron James, al que supera por apenas 5 días. Justo cuando las críticas arreciaban por sus problemas en el tiro, el número dos del draft ofreció una demostración de lo mucho y muy bueno que puede ofrecer. Un auténtico partidazo que no obtuvo la recompensa de la victoria porque enfrente estaba un tal Giannis Antetokounmpo. El griego impuso su ley y los Bucks vuelven a encadenar dos triunfos triunfo consecutivos 18 días después.
"No me importa", comentó Lonzo sobre su marca. "Lo único que quería esta noche era ganar. Estuvimos cerca de hacerlo, pero no lo conseguimos", resumió Lonzo. Aterrizó en Milwaukee con el segundo peor porcentaje de siempre en tiros de campo tras 12 partidos desde que existe el reloj de posesión y sale de Wisconsin con una inmejorable carta de presentación. "Tengo que seguir tirando", venía diciendo en los días anteriores. No se cortó, a la primera que tuvo la oportunidad se levantó y bingo: triple. Al descanso se marchó con un 3/4 desde la línea de tres puntos, 6 rechaces y 10 pases de canasta. Junto con Julis Randle (17+9) fue el gran culpable de que los visitantes remontaran 10 tantos y pasaran a dominar 36-41, tras su tercer triple, pese a llegar a ir 17-27 abajo recién comenzado el segundo cuarto.
Con la confianza de Ball disparada, los Lakers vivieron los mejores momentos en un encuentro en el que solo se echó en falta una mayor aportación de Ingram en una noche muy positiva de sus jóvenes valores. El base anotaba y, sobre todo, repartía juego con la facilidad que le caracteriza: visión privilegiada para lanzar contraataques desde su propio campo y excelente lectura al dividir para forzar las ayudas defensivas y encontrar al compañero mejor situado. Eso es Lonzo, además de aportar en el rebote y multiplicarse en defensa. Pese a que, igual que su equipo, bajó algo sus prestaciones en la segunda mitad —momento en el que Kyle Kuzma dio otro paso al frente (21+11)— acabó con un +10 en los 39 minutos que estuvo sobre el parqué. No fue casualidad.
"Sus verdaderos puntos fuertes son generar juego y el rebote, hacer todo más fácil para sus compañeros. Esta noche hizo todo eso a un nivel verdaderamente alto", le alabó Jason Kidd, cuyo equipo dejó atrás la primera mini crisis del curso (cuatro derrotas seguidas) sellando un victorioso back to back 24 horas después de ganar en San Antonio. Eric Bledsoe debutó ante su nueva afición, pero fueron los otros dos bases del equipo (el ahora suplente Malcolm Brogdon y Matthew Dellavedova) quienes decantaron el duelo junto a Giannis. El griego (33+15, el segundo 30+15 de sus carrera) fue el artífice del despegue de los ciervos en los minutos finales del tercer acto. Y el verdugo con un mate en 2+1 y una bandeja tras recorrer todo el campo de unos Lakers que llegaron a ponerse a 7 (86-79) a cinco minutos de la conclusión. El primer cara a cara entre Ball y Antetokounmpo no defraudó a nadie.
