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Boston Celtics: Irving, estandarte de un Big 3 que reta a LeBron

Contra todo pronóstico, Danny Ainge decidió pasar al ataque para revolucionar una plantilla que aspira ocupar el trono de los Cavs en el Este.

Kyrie Irving, Al Horford y Gordon Hayward, el Big Three con el que los Celtics aspiran a derrotar a LeBron James en el Este.

BOSTON CELTICS

Entrenador: Brad Stevens.

Posible quinteto: Kyrie Irving, Jaylen Brown, Gordon Hayward, Marcus Morris y Al Horford.

Otros jugadores importantes: Shane Larkin, Terry Rozier, Marcus Smart, Jayson Tatum, Aron Baynes y Daniel Theis.

Balance 2016-17: 53-29 (1º en el Este), final de Conferencia (vs Cavs).

Objetivo 2017-18: Acabar con el reinado de LeBron y regresar a las Finales.

Poco tienen que ver estos Celtics con los que disputaron la última final de Conferencia. Un único titular y solo cuatro jugadores han sobrevivido a un verano muy movido en Boston. Síntomas que invitan a pensar en una reconstrucción de manual. Borrón y cuenta nueva para edificar desde la base. Un volantazo que, sin embargo, remite a un objetivo diametralmente opuesto: materializar, de una vez por todas, ese ansiado salto de calidad. De la noche a la mañana el conservador y coleccionista de rondas de draft Danny Ainge decidió pasar al ataque y apostar a lo grande.

Diez años después del alumbramiento de la última era gloriosa de los verdes, otro Big Three se presenta en Massachusetts con Al Horford, Gordon Hayward y Kyrie Irving, quien deseaba componer su propia partitura lejos de la cómoda y a la vez pesada sombra de LeBron James. Una andadura que, precisamente, arranca como estandarte de un proyecto convertido en la probablemente amenaza más seria para Cleveland desde que en 2014 el '23' decidiese regresar a casa. Los análisis del que fue uno de los grandes traspasos del verano no se pusieron de acuerdo a la hora de determinar qué equipo salía ganando, pero la impresión es que los Celtics y Cavs están ahora más cerca de lo que estaban hace cuatro meses. La distancia entre ambas potencias del Este es, desde luego, menor que la que separa a los Warriors de los de Ohio.

Aunque el codiciado pick de los Nets e Isaiah Thomas sean ya historia, la ilusión se ha desbordado en Boston. Brad Stevens se ha ganado el respeto de la Liga con el mejor aval posible: mejorando el balance del equipo cada temporada. En su quinto año se reencontrará con Gordon Hayward, quien fuera su pupilo en Butler. El alero ha actuado de manera contracultural emprendiendo el camino opuesto al tomado por el resto de estrellas este verano. La amenaza exterior del ex de Utah se antoja fundamental para abrir el campo y facilitar así las penetraciones de un Irving letal en el uno contra uno. Ambos tienen calidad para llevar el peso de la ofensiva verde, pero la aportación de Horford es igual de relevante. Llamado a ser el único interior puro durante muchos minutos (es de sobra conocido el gusto de Stevens por el small ball), su generosidad, capacidad para jugar de cara al aro, inteligencia y visión de juego se convierten en valiosísimos comodines que aumentarán su valor si se muestra más aclimatado y recuerda al de su etapa en Atlanta. Si el trío personifica el presente y convierte el pick&roll en una veta a explotar desde ya mismo, los dos últimos número tres del draft (Jaylen Brown y Jayson Tatum) aseguran el futuro al mismo tiempo que están llamados a ser piezas importantes que con su físico y talento palien la pérdida de profundidad en la plantilla tras los movimientos estivales.

Al margen de las lógicas incertidumbres en torno a la adaptación del Big Three, los grandes retos en Boston no son otros que mantener el rendimiento defensivo de antaño y taponar la sangría en el rebote. Kyrie mejora las pobres prestaciones de Isaiah en su propio campo, pero ni mucho menos es un especialista en una línea que ha perdido a uno de los mejores defensores exteriores de toda la NBA. Desprenderse de Avery Bradley puede acabar saliendo mucho más caro que los millones ahorrados para cuadrar el cap. El enérgico Marcus Smart está llamado a dar un paso al frente y ocupar ese rol, pero jugadores como Terry Rozier, Brown y Hayward también deberán rasgarse las vestiduras. En la pintura, Aron Baynes, Marcus Morris, Horford, Daniel Theis, Yabusele y Jayson Tatum serán los encargados de acabar con el mal endémico de los últimos años: las capturas. La falta de centímetros del roster amplifica el desafío bajo tableros. Detalles por pulir y un reto mayúsculo que afrontar para el que no falta ambición.