EUROBASKET | SELECCIÓN ESPAÑOLA
España se prepara para una transición de riesgo
El prestigio de esta generación quedará para siempre. Pero en el horizonte está el nuevo calendario FIBA que obliga a una fase de clasificación dura para estar en el Mundial de 2019.
España aceptó su amplia derrota ante Eslovenia con dolor, pero deportividad. No revalidará el oro pero pretende poner en valor un bronce que, además del mérito que tendría por las adversidades del verano, significaría la novena medalla en los últimos diez Eurobasket, un palmarés desbordante. El prestigio de esta generación quedará para siempre, pero la vida sigue. La FEB ya trabaja en una transición de dos años para la selección masculina con una prioridad: la clasificación para el Mundial 2019 que también da acceso a los Juegos de Tokio. Con Scariolo al mando, se advierte un panorama peliagudo. Al igual que este verano, en el que Felipe Reyes, Mirotic y Rudy Fernández han renunciado a jugar, en la FEB se trabaja en un escenario sin los Gasol para unas Ventanas que arrancan el 20 de noviembre y que, además de la ausencia de los NBA en las primeras cuatro jornadas de Ventanas, supondrán un problema en la convocatoria de los jugadores de Euroliga.
España estará inicialmente en un grupo de cuatro equipos. Jugará seis partidos y debe estar entre los tres primeros para luego disputar, desde el 17 de septiembre de 2018, un segundo grupo de seis selecciones que arrastrará los resultados de la primera fase: otros seis partidos. Además de Navarro, que se retira, los seis que juegan en la NBA (los Gasol, los Hernangómez, Abrines y Ricky), no estarán, como mínimo, en los primeros cuatro choques. En el aire quedan los nacionales de equipos Euroliga: Sastre, San Emeterio, Vives, Oriola y Sergio Rodríguez tienen partidos con sus clubes en esas mismas fechas. La FEB teme que convocarlos le cause un conflicto con ellos y pretende que el CSD se moje y le apoye al amparo de la Ley del Deporte. En el artículo 47.1 de dicha Ley 10/1990 de 15 de octubre se establece que "es obligación de los deportistas federados asistir a las convocatorias de las selecciones deportivas nacionales". La situación, nada sencilla, podría poner en riesgo una clasificación imprescindible para el baloncesto español.