Marc Gasol logra lo que ningún pívot había hecho: 5/5 en triples

Los Grizzlies no falllan, como un panzer y empujados siempre y pase lo que pase (cambiar todo para que nada cambie), por la vieja guardia. Al frente Randolph, Conley y, por supuesto, Marc Gasol. Mientras DeMarcus Cousins se asienta y organiza (si es que tal cosa es posible) en Nueva Orleans, el mejor pívot de la NBA. Seguramente, y mientras se nos viene encima esa maravillosa nueva generación (Embiid, Towns, Jokic…) el que pedirían la mayoría de entrenadores para jugarse un partido a cara de perro esta noche. Marc, la prueba de evolución aplicada con la llegada de David Fizdale al banquillo. Su nuevo entrenador quería que tirara más triples y abriera más la pista y dicho y hecho: 12/66 en sus ocho primeros años en la NBA (nunca más de tres totales en ninguna de esas temporadas), 80/209 en 57 partidos de esta temporada.

Y ante los Suns (130-112, récord de anotación en este curso para los de Tennessee), 5/5. El techo de su carrera en triples en un partido (5/10 ante los Raptors el 25 de enero) pero esta vez sin fallo. ¿Cuánto mérito tiene eso? Tanto como que ningún pívot puro de la NBA, jamás, había sumado en un partido cinco tiros de tres anotados sin error. Lo más parecido en los libros de historia Sam Perkins, un 3-4 que acabó siendo un 4-5 en el segundo tramo de su carrera, que en 1993 firmó un 7/7 en un Nuggets-Sonics. Meses antes, después de ser traspasado a Seattle desde los Lakers, también había alcanzado un 5-6 en pista de los Rockets. Perkins era un 2,06. Gasol va más allá de los siete pies. Y no era un tirador de triples cuando ya era para muchos el mejor pívot de la liga. Ante unos Suns que como muchas veces compitieron pero que como casi siempre perdieron (13 derrotas en 16 partidos), Marc terminó con una estadística deliciosa: 28 puntos (10/16 en tiros totales), 7 rebotes y 5 asistencias. Y Mike Conley con 29 puntos en un 10/19. Y Zach Randolph con 23 en un 10/15. Entre los tres, el viejo big three, 80 puntos con un 30/50 en tiros. Casi un 56% total para un equipo que está 36-25, pendiente ya solo del posicionamiento para unos playoffs donde nadie querrá, un año más tenerlo enfrente.

Los Suns (18-42) siguen pensando en el próximo draft y en el estirón que puedan dar de aquí a abril sus jóvenes talentos: Devin Booker y Marquese Chriss a la cabeza. Desde luego, una batalla muy distinta a la de los Grizzlies para un equipo que antaño siempre competía y ahora lleva demasiado tiempo sin hacerlo. Esta vez no cayó a desventajas de diez puntos hasta bien entrado el tercer cuarto (en el Marc anotó 11 puntos), pero finalmente perdió de vista a unos Grizzlies muy superiores. Demasiado.