¿Y si las palizas ante los Spurs acercan a Durant a San Antonio?
Las tres peores derrotas en playoffs para el alero de los Thunder han llegado ante el equipo de Popovich, uno de sus pretendientes de cara al verano.
Los Thunder tienen un problema genético: son lo suficientemente buenos como para ganar una tonelada de partidos de Regular Season y las series de playoffs ante sus iguales. Pero tienen unas carencias que acaban pareciendo irresolubles y que les lastran contra equipos que son, sencillamente, colectivamente mejores. La prueba del carbono 14, como con tantas otras cosas, son para ellos los Spurs. El equipo de Popovich eliminó a los de OKC en su última visita a playoffs (final del Oeste, 2014) y se ha puesto 1-0 en las actuales semifinales con una exhibición antológica. De esta forma, las tres peores derrotas que ha encajado Kevin Durant en toda su carrera en playoffs han sido en el AT&T:
-35 (112-77) en el segundo partido de la final del Oeste 2014.
-32 (124-92) en el primer partido de la semifinal del Oeste 2016.
-28 (117-89) en el segundo partido de la final del Oeste 2014.
En aquella final del Oeste de hace dos años, los Thunder perdieron sus tres partidos en Texas por una media de 26,6 puntos. Si se suma el encuentro de la pasada noche, el promedio en sus cuatro últimas visitas a San Antonio en playoffs (cuatro derrotas, claro) está en -28 puntos. Parece una prueba de que, ni con Scott Brooks ni sin él, los Thunder son capaces de sortear la distancia que separa a la peligrosa wildcard del aspirante con galones. Mañana lunes se juega el segundo partido, la serie (pese a las sensaciones iniciales) solo está 1-0 y todo puede cambiar de un encuentro a otro: es la esencia de los playoffs.
Pero para los Thunder y Billy Donovan hay una presión extra: Kevin Durant será agente libre en verano y su equipo parte con ventaja para firmarle un nuevo contrato… salvo que la serie siga en la dinámica de este primer partido. Una eliminación estrepitosa en guarismos y sangrante en sensaciones podría ser el motor principal de un cambio de aires de KD. En Oklahoma City el primer partido deja además otro peligro añadido: uno de los equipos que han sonado como posible destino del alero es, precisamente, San Antonio Spurs. Durant alabó a Popovich y a la franquicia texana antes del encuentro y fue anulado después (16 puntos, mínima en estos playoffs en anotación, tiros y primer partido sin un solo triple) por un sistema defensivo impermeable y por la fiereza estructural de Kawhi Leonard. En el lado contrario, su equipo fue un desastre colectivo: en la primera jugada del partido, Durant no pudo contener a Kawhi y ningún compañero le hizo ayuda alguna ni cerró el pasillo central: mate tremendo del alero de los Spurs.
En el lado contrario, LaMarcus Aldridge jugó un partido descomunal y ha sido moldeado a lo largo de la temporada por Popovich para dar la versión más competitiva de sí mismo dentro de un sistema que también ha sabido adaptarse a él. ¿No sería exactamente eso lo que buscaría un tipo como Durant (que además jugó en la Universidad de Texas) si decidiera salir de Oklahoma? Ese es el miedo de los Thunder, que va mucho más allá de una posible eliminación.
Por supuesto, esto ha sido solo un partido y Durant y compañía no han perdido nada más. Todavía. En sus manos está cambiar esta serie, el panorama de la temporada 2015-16 y tal vez el destino de la franquicia. Resulta apasionante. Mañana, segundo partido.