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NBA

Curry, Klay, Green y Kevin Durant juntos... una opción muy real

Los Warriors son una opción seria para Kevin Durant a partir de la próxima temporada. Y el equipo de la Bahía puede hacerse con el súper alero sin romper su big-three. Temible.

Curry, Klay, Green y Kevin Durant juntos... una opción muy real

Nadie sabe nada porque seguramente Kevin Durant no sabe nada (todavía). Y porque es difícil que haya movimientos firmes antes de saber cómo termina la temporada de los Thunder. El mercado de agentes libres abre el 1 de julio y antes de esa fecha en Oklahoma ya sabrán si otra vez se han quedado cortos en su eterno asalto al anillo. Y difícil lo van a tener con Warriors y Spurs rastrillando el Oeste. Se seguirá hablando de los Wizards de su ciudad, de los Lakers o los Knicks (los viejos grandes mercados…) y se hablará de los nuevos grandes cazadores: Heat, Rockets… Incluso se hablará, cosas, de la continuidad en Oklahoma, opción que en realidad está en pole position mientras las cartas no caigan boca abajo en los Thunder. Kevin Durant será agente libre el próximo verano y cuando un jugador de esas dimensiones está a tiro, se habla y se habla de todo: es así. Y se habla también del campeón, Golden State Warriors.

El rumor viene de lejos pero el último en darle cuartelillo es Adrian Wojnarowski, la gran voz de la información NBA y un periodista que, además, rara vez se tira a la piscina. Al mismo tiempo que aclara que no hay nada en firme, también asegura que el interés mutuo existe, por mucho que los Warriors tuvieran que sacrificar piezas y Durant ceder parte de su aura de megaestrella en un equipo sobrado de ellas. Porque, y la simple mención siembra el pánico en la NBA, Durant podría llegar a los Warriors sin que tuvieran que salir Stephen Curry, Klay Thompson y Draymond Green. Sería la madre de todos los quintetos, el big four.

En primer lugar y gracias al boom que traerán los nuevos contratos televisivos, el límite salarial escalará a 89 millones de dólares la próxima temporada y podría llegar a 108 ya en la 2017-18. En esos márgenes, Kevin Durant firmará un contrato por el máximo, evidentemente, que le reportará unos 25 millones de dólares anuales. Entre Curry, Thompson y Green tienen comprometidos para la próxima temporada 44 millones. Evidentemente, los Warriors perderían profundidad de banquillo y algunas de sus piezas más significativas pero seguramente el riesgo merecería la pena, por mucho que luego cada proyecto deportivo tiene que ser testado en pista y que nunca es fácil ganar. Otros bloques de súper estrellas se han dado costalazos legendarios. Pero los Warriors tendrían a cuatro gigantes en edad óptima: Durant llegaría con 28 años y le esperarían Curry con otros 28 y Klay y Draymond con 26. Un par de factores más: los Warriors pueden ver su bloque roto en cualquier caso porque tienen negociaciones duras previstas para el verano (Harrison Barnes y Festus Ezeli), así que el órdago a grande puede acabar siendo la mejor opción en cualquier caso. Y más para una franquicia que barrunta un traslado de Oakland al downtown de San Francisco, con un pabellón híper lujoso de 1.000 millones de dólares y enromes contratos con la televisión local en el horizonte.

Según Wojnarowski, y según el sentido común, si Durant sale de Oklahoma es para ganar. Y quienes conocen al alero aseguran que Stephen Curry es una personalidad los suficientemente magnética y positiva como para atraer a un KD que valora mucho (y a su manera) el perfil de aquellos de los que se va a rodear. El sistema de los Warriors también ha demostrado que las estrellas se adaptan a jugar juntas por el bien común, si bien el nivel de Durant sería una amenaza para un status quo por ahora clarísimo. Pero hasta Draymond Green, que desde un punto de vista egoísta podría salir especialmente perjudicado, ve con buenos ojos (dicen) la llegada de Durant. Y ya ha hablado públicamente de que ese egoísmo no tiene cabida en el equipo: “Aquí se trata de ganar. A nadie aquí le importa quién tira más, quién mete más puntos. Todo el mundo quiere jugar en este equipo por eso. Sonreímos, nos lo pasamos bien y se nota. Creo que somos un destino apetecible para cualquiera”.

En un primer boceto de cuentas, los Warriors tendrían que renunciar, es la parte más dolorosa, a Harrison Barnes y Andre Iguodala. El primero es un jugador criado en la franquicia, de enorme proyección y que encaja como un guante en la idiosincrasia deportiva de Steve Kerr. Pero estando a tiro Durant… El segundo fue MVP de las últimas Finales y rellena muchos de los agujeros que dejan sus compañeros en, literalmente todas las facetas. Pero tiene 32 años y los Warriors podrían (deberían en este caso) buscar un traspaso (cierra contrato en más de 11 millones la próxima temporada). Otro esencial silencioso como Shaun Livingston seguiría (team option por 5,7 millones), y quedaría en el trazo grueso la situación de los pívots. Ezeli será agente libre restringido y tiene 26 años. Bogut tiene 31 y le queda esta temporada y otra (a razón de 11 kilos) de vínculo. Una opción sería retener a Ezeli a un precio asumible (tendrá mercado) y o bien traspasar o bien liberar a Bogut y prorratear los 11 millones de su último año en tres temporadas, a razón de 3,6 anuales contra el cap.

Además, los Warriors (que también podrían reducir volumen salarial cortando a Jason Thompson antes del 26 de junio en el que se le garantizan 6,8 millones para la próxima temporada) confían en un joven barato y con proyección como Kevon Looney. A partir de ahí, cuentas, rumores y debates. Pero lo que está claro es que la opción de Durant en los Warriors no es ni un sueño ni un bulo vacío de contenido. Existe, es real. Y solo eso ya debería dar miedo al resto de la NBA. Mucho miedo.