SUNS 119-LAKERS 107

Kobe, adiós a Phoenix: "Les odiaba, me quitaron dos anillos"

Último partido de Kobe Bryant (17 puntos) en pista de uno de los equipos con los que ha mantenido una mayor rivalidad. A la carrera de la Mamba Negra le quedan tres semanas.

En el desierto de Arizona esta vez mandaban las camisetas de los Lakers y los vítores cada vez que Kobe Bryant tocaba la bola. La ovación cuando se sentó a falta de un minuto para el final fue atronadora. Phoenix se despidió a lo grande Kobe, que sigue con su largo y glorioso adiós, un proceso histórico al que solo le quedan tres semanas. Es así, y cuando se acerca el momento cuesta digerirlo: a los Lakers les quedan 11 partidos en las próximas tres semanas. Eso es lo que le queda de carrera a Kobe Bryant.

Kobe anotó 17 puntos, jugando en back to back y después de hacer 20 ante los Grizzlies. Firmó un 5/13 en tiros con un 3/8 en triples que incluyó un par de intentos desde la distancia Curry. Uno fue dentro.

Después del partido, le preguntaron si odiaba a los Suns como había parecido durante muchos años de su carrera. Su respuesta fue puro Kobe: “Claro que les odiaba, me quitaron dos anillos”. Puro Kobe: eran los Suns del seven seconds or less, el equipazo de Nash y D’Antoni, y solo alguien como Kobe puede sentir algo así de eliminaciones (2006, 2007) en las que su equipo era una mera comparsa: Smush Parker, Kwame Brown… Después, los Suns fueron también el rival en su última final del Oeste (2010), en ruta hacia su último anillo. Esa serie se saldó con un 4-2 en el que Kobe promedió 33,7 puntos, 7,2 rebotes y 8,3 asistencias.

Kobe, en fin, se despidió en paz de otro equipo con el que estuvo durante mucho tiempo en guerra, y los Lakers perdieron (119-107) convenientemente. Las cosas del tanking: tienen ahora mismo un 55,8% de que quedarse su pick del próximo draft (de que sea por lo tanto top 3), un porcentaje que bajaría al 46,9% si adelantaran a Nets o Suns. Eso ya parece casi imposible (15-56 los angelinos, 19-51 los Nets, 20-51 los Suns) después de dos derrotas casi seguidas contra sus sufridos compañeros de División. Esta última, basada en el abuso al que Knight (25 puntos, 8 rebotes y 7 asistencias) y Devin Booker (28+3+7) sometieron a D’Angelo Russell (14 puntos, 3 asistencias) y Clarkson (13+2). Los dos jóvenes de los Lakers firmaron un 11/32 en tiros y Russell perdió la batalla de rookies con Booker, al que Kobe regaló sus zapatillas con un mensaje claro: “sé legendario”.

De la nueva hornada laker el mejor fue Randle (19 puntos, 15 rebotes). El partido no tuvo demasiada historia aunque los Lakers convirtieron en el último cuarto un 89-74 en un 98-94 y en los mejores minutos de Russell. Sentenciaron los triples de Knigth y los puntos de Leuer (22). Los Suns ganaron, los Lakers perdieron, Kobe se despidió y estos dos equipos miran a la lotería del 17 de mayo. Será otro paso en la reconstrucción de los Suns (confusa) y, tal vez, el inicio de una nueva era en L.A. Tal vez

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