HORNETS 108-LAKERS 98

El homenaje de Michael Jordan es la "kryptonita" de Kobe Bryant

Charlotte drafteó a Kobe, que jugó allí por última vez y recibió el homenaje de su dueño, Michael Jordan. En el partido, Kemba Walker fue decisivo con 38 puntos.

Kobe Bryant salió de Memphis con problemas de rodilla pero no había forma de que se perdiera los dos partidos por el Este que les quedaban por jugar los Lakers antes de cerrar este negro 2015. Desde luego no el de mañana en Boston, por razones obvias y que contara con la familia de Kobe, que ha viajado a la ciudad donde más le han odiado porque es donde más se ha odiado siempre a los Lakers. Así tiene que ser. Pero tampoco este de ayer, la última visita a Charlotte Hornets, un equipo profundamente unido a su historia porque le drafteó (número 13 de 1996) antes de cambiárselo a los Lakers por Vlade Divac. ¿Cómo habrían sido los últimos veinte años de la franquicia, no precisamente afortunada, si se hubiera quedado con Kobe? En su día Jerry West, que ya sabía que manejaba munición de destrucción masiva, acordó el trade con los Hornets pero les ocultó hasta casi el último momento a quién tenían que escoger con ese número 13 que luego intercambiarían por Divac, no fuera a ser que cambiaran de idea…

Más: el actual dueño de los Hornets es Michael Jordan, así que se redoblaba el significado de este partido para el jugador que dejó atrás a casi todos los demás intentando cazar la inalcanzable sombra de Air Jordan. Este, que después se vio reflejado en aquel por técnica y hambre, le envío su homenaje a través del videomarcador: “Has hecho mucho por el baloncesto y has ayudado mucho a la NBA. Soy un gran seguidor tuyo, todavía disfruto muchísimo viendo jugar”. Todo el mundo enloqueció, quizá más que nadie los rookies (Randle, Russell…) del banquillo de los Lakers, para los que toda esta gira de despedida está siendo algo así como un gigantesco parque de atracciones. Y Kobe se lo tomó como suele: se rió de los ojos como platos de Randle, aseguró que habla mucho con Jordan y que envidia las vacaciones de este, que podrá imitar a partir del verano, dudó de si también podría ser propietario porque no le gustan mucho “las matemáticas” y, y esta es puro Kobe, reconoció que todo el cariño que está recibiendo en los pabellones está siendo algo así como su kryptonita: “Al final unos cuantos abrazos son lo peor para el villano de la película”.

En el partido, los Lakers (5-27) compitieron (108-98) al menos ante unos Hornets (17-13) que pisan fuerte en su pista (13-5) y que sufrieron más de la cuenta, hasta que Kemba Walker anotó 18 de sus 38 puntos en el último cuarto para asegurar una victoria en la que Kobe contribuyó con uno de esos agujeros negros del kobesistema que han sido tan habituales en las últimas dos temporadas: con el partido en 96-92 y cinco minutos por jugar, Kobe enlazó un 0/6 en tiros y una pérdida mientras Kemba sumaba puntos sin parar y ponía rúbrica a un triunfo en el que también contribuyeron Zeller (16 puntos, 8 rebotes), Batum (15 y 11 asistencias) y Lin (13 puntos). En los Lakers, los más llamativo es lo bien que se ha asentado Larry Nance en el quinteto titular (12 puntos, 7 rebotes) y los problemas físicos de Clarkson, que firmó un 2/14 en tiros. Y ahora, Kobe viaja por última vez a Boston

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