Michael Jordan, el draft del 84 y el 11-S: la historia de Dan Trant

El mundo NBA celebró en junio de 2014 el 30º aniversario del Draft de 1984, para muchos el mejor de la historia. Una selección de la que formaban parte nombres como Hakeem Olajuwon, Michael Jordan, Charles Barkley y John Stockton, jugadores que llegaron a la mejor liga del mundo para dominarla durante las siguientes dos décadas. Las franquicias de la liga seleccionaron a un total de 228 chicos ese día, muchos con grandes carreras por delante y otros, simplemente, hombres que acabarían trabajando en cualquier otro empleo distinto a meter un balón dentro de un aro. Uno de esos hombres era Dan Trant.

Trant, que jugaba de base, fue elegido por los Boston Celtics en la 228ª posición, la última de aquel draft. Había sido toda una estrella en la Clark University de Worcester (Massachusetts), donde llegó a convertirse en el segundo máximo anotador en la historia del equipo y muchos en aquella época decían que su juego se parecía al de ‘Pistol’ Pete Maravich. No sirvió de mucho. Nunca llegó a jugar en la NBA y, tras ser profesional en Irlanda, volvió a Estados Unidos para convertirse en operador de bolsa de la empresa Cantor Fitzgerald. Tuvo dos hijos con Kathy, su esposa, llamados Álex y Dany tenía una vida más o menos tranquila en una casa al norte de Long Island.

La parte triste de la historia viene aquí. Cantor Fitzgerald tenía su sede en la torre norte del World Trade Center y, como cada mañana, aquel 11 de septiembre de 2001 Dan Trant fue a trabajar.

En un reportaje en el Boston Globe, los hijos de Trant explican cómo vivieron aquella mañana. Cuenta Alex que recibió la noticia del atentado en su clase de inglés de sexto curso y que un rato después su madre pasó a recogerle a él y a su hermano Dan, que estudiaba en séptimo, al colegio. Toda su familia se reunió en casa, donde durante el día esperaron novedades sobre víctimas y supervivientes. Antes, cuando el primer avión se estrelló contra la torre norte, Dan padre había llamado a su esposa. Explicaba que todo estaba rodeado de fuego y humo, pero que intentaría salir. Fue lo último que supieron de él. “Lo recuerdo como si fuera ayer”, comenta Dan hijo. “Tratábamos de mantener la fe”, explica Alex.

Dan, Alex y Kathy volvieron a la ‘zona cero’ cada 11-S para honrar y escuchar el nombre de las casi 3.000 víctimas de los atentados, hasta que un día decidieron no volver más. “Se convirtió en algo demasiado emocional”. Varios años después y con motivo del aniversario de aquel draft, la NBA les invitó a un evento de esa organización tan importante dentro de ella como es el ‘NBA Cares’. Hace un año, la generación del draft de 2014 visitó el Memorial del 11-S... y los hijos de Trant estuvieron allí.