LeBron James y el adiós a su ritual de la tiza por el aire

Era su marca. Uno de los mejores rituales hechos por un jugador antes de un partido. La forma en que LeBron James se acercaba al lugar donde descansaba la tiza era magnética. Llegaba, la cogía con suavidad y después la soltaba al aire, para algarabía de su publico. Pero parece que ha llegado a su final, al menos por el momento, por segunda vez.

El ganador del premio a Mejor Jugador de la última semana del mes de noviembre en la Conferencia Este ha dejado de realizar una ceremonia que en Cleveland estaban ansiosos de disfrutar una y otra vez, tras cuatro temporadas de destierro en Ohio, las mismas que pasó James en los Miami Heat. Y fue en Florida donde abandonó por primera vez esa costumbre. Más concretamente en 2011, durante los playoffs por el título de la NBA contra los Boston Celtics y tras dos años de ausencia y dos anillos con los Heat (2011-12 y 2012-13), lo volvió a retomar cuando aterrizó de nuevo en Ohio, después, eso sí, de que una votación popular lo quisiera así.

Lo cierto es que el segundo 'entierro' del Chalk Toss como se denomina a esta acción, ha coincidido con la mejor momento de los Cavaliers esta temporada. Los Cavs no habían empezado bien este curso, el equipo se desdibujaba tanto en ataque como en defensa, pero ahora parece que carburan, con el jugador de Akron siempre a los mandos. Se le ve más concentrado, más activo, conocedor de que él es la piedra angular de un proyecto ambicioso en el que el resto de jugadores, se llamen como se llame, deben gravitar alrededor suyo.

¿Volverá el Quicken Loans Arena y la Liga a disfrutar de la tiza en el aire? El tiempo lo dirá, pero lo que es seguro, es que los aficionados de los Cavaliers lo encerrarían en la celda más profunda y oscura sin dudarlo ni un minuto, si eso les garantiza obtener el anillo de campeón de la NBA.