Stephen Curry, el francotirador que reina en toda la NBA

Stephen Curry está en uno de sus mejores momentos tanto a nivel individual como colectivo. Sus actuaciones durante esta temporada han llevado a los Golden State Warriors a la segunda posición de la Conferencia Oeste, algo bastante improbable (aunque no imposible) al principio del curso. Algunos de sus partidos han sido sublimes, más cercanos a los divino que a lo humano como sus 40 puntos contra los Miami Heat y los 34 ante los Houston Rockets.

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Su estilo, sus movimientos y su rapidez en el lanzamiento siguen siendo las de ataño: imparables. Ya ha destrozado, con la ayuda inestimable y necesaria de Klay Thompson no podemos olvidar, a doce equipos con su capacidad anotadora y de liderazgo. Sólo San Antonio Spurs y Phoenix Suns han escapado al poder nacido en Akron hace 26 años, cuatro después de otro de los ilustres vecinos de la ciudad de Ohio, LeBron James.

El base domina por completo la pista. En las 15 posiciones en las que divide la NBA las zonas de tiro, Curry está por encima en porcentaje de tiro en 11, iguala con el resto de la Liga en otra y sólo en tres está por debajo. Algo espectacular en un base que lidera al resto de jugadores de su posición en puntos (24,2 quinta posición en la NBA) y está entre los cinco primeros en robos (2,1 quinto en la Liga), porcentaje en tiros de campo (49,8%) y en tiros de tres (45,0%). Incluso este año está siendo su mejor temporada a la hora de atrapar rebotes (5,5).

La maestría de Curry no es flor de un día. Al principio de su carrera, las lesiones se cebaron con él, bueno, principalmente con unos tobillos que sólo le permitieron disputar 26 partidos en la temporada 2011-12, su tercera en la mejor liga de baloncesto del mundo y cuando ya todo apuntaba a un nivel cercano al estrellato.

Pero esto no le paró, su gran nivel es genético, le viene de familia. Su padre, Dell Curry, era el ejemplo de francotirador, toda una leyenda en Charlotte, donde jugó 10 de sus 16 temporadas en activo y aún acapara un puñado de récords de la franquicia que dirige ahora Michael Jordan. La herencia que más caló en el ADN de Stephen fue su afición por lanzar desde la línea de tres puntos. En estos momentos, se sitúa como el tercer mejor jugador en la historia de la NBA en acierto desde el perímetro con un 44%, sólo superado por Steve Kerr, su actual entrenador, y Hubert Davis, dejando en la cuneta el legado de su padre, que acabó su trayectoria deportiva con un ‘triste’ 40,2%.

En las manos de Curry penden muchas de las opciones de que los Warriors, no sólo de entrar en playoffs, algo que se da por descontado, sino de acercar a su equipo al nivel de los otros ogros del Oeste como Spurs, Clippers, Rockets y Thunders (cuando vuelvan Durant y Westbrook) cuando la temporada esté más rodada. Porque su posición actual, basada en un arranque esplendido sólo superada por los Memphis Grizzlies de Marc Gasol y los Toronto Raptors en toda la NBA, tiene en la continuidad del bloque, en los automatismos heredados, el factor clave, algo que otros grandes de la Liga con más cambios (véase Cleveland o Dallas) aún no han asumido. Antoni Daimiel explicaba en las páginas de AS de este jueves esta idea de bloque asentado para admitir la no sorpresa del arranque de Memphis, Portland y los propios Warriors:

“No sorprende que Memphis, Portland, Toronto y Washington dominen el primer mes de competición en la NBA. Es en el arranque cuando más rédito se le extrae a la costumbre y a la continuidad del proyecto. Los cuatro son, además, equipos sólidos y compensados. Y destaca también el caso de Golden State Warriors, que también mantiene el bloque pero cambió el entrenador. El nuevo, Steve Kerr, se ha desprendido de todo el ego posible y no ha tocado ninguna de la gran cantidad de cosas que ya funcionaban previamente”. De la mano de Curry depende, en gran medida, mantener el nivel del equipo y alcanzar el final feliz para la franquicia de Oakland.