Barça Regal - Panathinaikos
Clásico o desastre: todo o nada para el Barcelona en el Palau
La aportación de los pívots será fundamental ante un Panathinaikos que ha tenido una semana para buscar soluciones. Y el Real Madrid espera en la Final Four.
Avisó ayer Xavi Pascual del peligro del exceso de confianza, más ahora que la presión ha vuelto al bando de un equipo que parece haber hecho lo más difícil pero que todavía no ha cruzado la línea de meta. Nadie sabe mejor que el Barcelona que no se puede dar por muerto al rival porque viene de resucitar en el infierno del OAKA y cuando parecía carne lista para la picadora. No se puede subestimar a ningún rival, menos a uno con Diamantidis a los mandos.
El Palau, que será el de las grandes ocasiones, dará un plus de energía a un equipo al que le ha venido de perlas la pequeña concesión del calendario: hace cuatro días que no juega y una semana que no tiene delante a un rival que se ha saltado las últimas tres jornadas de la liga griega. Todo sea por la Final Four, que en cualquier caso se quedará sin uno de sus habituales. Las últimas diez ediciones cuentan cinco presencias del Barcelona Regal y otras tantas del Panathinaikos.
Para el equipo azulgrana es desastre o Clásico: el Real Madrid espera en semifinales. Le conviene una anotación lo más alta posible y robarle la gestión del juego y los nervios a un Diamantidis que se quedó sin anotar en el cuarto partido. La aportación de los pívots será fundamental ante un Panathinaikos que ha tenido una semana para buscar soluciones a la zona 2-3 con la que le desactivó el Barcelona para salvar el match point del pasado jueves. Ahora ninguno de los dos equipos tiene margen de error.