Sergio Gómez

La alegría rebosó a Zidane, que se bajó un instante de la corrección y soltó aquello de que “Kroos, Modric, Benzema... están todos de puta madre”.

Como ese mendigo del que hablaba Eduardo Galeano, que iba por los estadios, sombrero en mano, suplicando una linda jugadita por amor de Dios, imploro un año más para Modric.

El Madrid se despeña por el desagüe si el tapón de Casemiro no está sobre el campo, pero miren a Marcos Llorente, honrando el coraje y ...

Rajamos, eso es así. Por descontento, por hastío o, simplemente, por hacer tiempo. Y los vestuarios son una extensión de la sociedad y sus roles.

Un año por la negativa a vender a Bale, otro por la valla con espinas levantada por el PSG en torno a su figura, otro por las angustias económicas, la casa sin barrer y Mbappé, en París.

Zidane muestra demasiada prudencia con Vinicius pero la revolución que protagoniza el brasileño cuando salta al campo merece un abrazo de confianza.

James está a punto de irse del Madrid a pesar de ser un jugador que nació para jugar en el Madrid. Y es complicado encontrar una explicación a ello...

Supongo que han tenido ocasión de ver la imagen que captaron las cámaras de Gol