Fórmula 1
En un gran premio aburrido sobresalió la estelar actuación de Carlos pese a irse con la maleta vacía de puntos. Se ha ganado el respeto de la F-1.
Alonso adora Japón. Fruto de esa pasión se tatuó un samurái en la espalda y se inspira en el código bushido. Llevaba 13 carreras corriendo sin rechistar pero el domingo estalló y con motivo. Quizá no fue el lugar adecuado, la casa de Honda, pero como buen samurái se levanta y sigue peleando.
Las cosas no rodaron bien para Mercedes en Singapur, y en esta ocasión los problemas de los primeros entrenamientos no eran una triquiñuela, un modo de jugar al despiste. Rosberg y Hamilton sufrieron y, aunque en principio se habló de los Pirelli como la causa del bajón, nada se ha aclarado.
Rosberg se despide del Mundial en Italia. La diferencia con Hamilton asciende a 53 puntos, y eso son más de dos carreras de ventaja a falta de siete. El sueño de Nico de ser campeón llega a su fin.
Fernando Alonso ganó ocho puestos en la salida e hizo una buena carrera, pero para decir que fue “la mejor que he hecho en Spa” falta un resultado a ese halago. El español apostó por McLaren Honda y, de momento, la ruleta no le ha beneficiado, al contrario que a Hamilton o Vettel.
En Hungría todos los pilotos se fundieron en un abrazo colectivo para recordar a su compañero Bianchi. Todos volvieron a hacer lo que más les gusta: competir, luchar, correr, pero esta vez lo harían por Jules. Y si el guión de este gran premio lo escribió alguien, ese tuvo que ser el piloto francés.
A veces he pensado que Ecclestone tiene algún tipo de poder sobrenatural. Cuando la F-1 estaba más cuestionada llegamos a Silverstone y vivimos la mejor carrera de la temporada. Los Williams adelantando a los Mercedes y luego la lluvia donde unos pilotos brillaron con slicks y otros se ‘ahogaron’.
En 2009 fui invitada a la fábrica de McLaren a entrevistar a Hamilton. En todas sus respuestas había una seguridad y contundencia propias de un campeón. Su personalidad me atrapó. Con los años se ha convertido en un personaje único en el ‘paddock’, si no existiera habría que inventarlo.
Tuve la suerte de conocer a Sainz cuando tenía 15 años, en una cena en la que también estaba Alonso. Era muy tímido y sólo hablaba si se dirigían a él. No perdía de vista a su ídolo y su sueño era seguir sus pasos algún día. Ahora lo hace, se le ve seguro de sí mismo y muy maduro para su edad.
Un año más ahí seguían las banderas azules con la cruz amarilla, esas que acompañan a Alonso desde hace más de una década. La marea azul le sigue aún en sus horas más bajas y el asturiano sigue siendo la principal atracción en un ‘paddock’ por el que pasea más amable que nunca.
Alonso se fue de Ferrari buscando ganar y Vettel abandonó Red Bull con el mismo objetivo en mente. Ambos eran proyectos a largo plazo o eso se suponía, porque la ‘Scuderia’ se ha convertido en la sorpresa de la temporada incluso para ellos mismos, que no esperaban ganar tan pronto.
La periodista canaria fue habitual en las retransmisiones de Fórmula 1 en Antena 3 hasta el año pasado y actualmente presenta el previo y el post carrera en ‘Canal F1 Latin America’. Hoy se estrena en AS con su primera columna en la que expresará su opinión después de cada gran premio