Es el lema instalado en el argumentario de cualquier declaración que realizan los responsables del Real Valladolid “estamos en proceso de análisis”.
Urge pasar página cuanto antes y ponerse a preparar la temporada que viene sea con Ronaldo, ahora mismo lo más probable, o sin él.
No parece un brindis al sol lo del PSOE lanzando el órdago de reunir capital local para buscar una solución a la venta del Real Valladolid.
El único objetivo, ahora, tiene que ser pensar en la vuelta a Primera División. Y si no vende Ronaldo, con el brasileño al frente.
Con el equipo virtualmente descendido, la misión principal del club debe ser la reconstrucción y la creación de una plantilla para pensar en el ascenso.
Quedan tres meses de Liga. Quedan, todavía, trece jornadas. . La sensación es de temporada amortizada y de que ya da todo igual, pero no es así.
El todavía presidente y máximo accionista del Real Valladolid se mantiene oculto, no abre la boca ante una afición desilusionada.
Están tan mal las cosas que no queda otra que agarrarse al clavo ardiendo de ganar el siguiente partido, pero no veo demasiadas cosas a las que aferrarse para confiar.
El Real Valladolid no cumplió con el deber de mejorar su plantilla en una ventana de transferencias que deja a Cocca con pocos mimbres.
Al margen de Nikistcher, al Real Valladolid le faltan otros cuatro refuerzos para completar la plantilla con un mínimo de garantías.
La galopante falta de gol y la facilidad con la que se encaja abocan a una situación clasificatoria que complica el calendario.
Lo más importante fue que vimos tácticamente un equipo que manejó el partido mejor que el rival.
El equipo, muy flojo, no reacciona con el argentino, que tampoco está dando con la tecla para que el rendimiento de los jugadores mejore.
Los números y las sensaciones que han ofrecido los jugadores en estos primeros meses de competición son muy preocupantes.
No hay otra posibilidad. La situación es tan sumamente complicada que hay que ver si hay posibilidades de llegar con vida al destino.
El horrible momento del club y del equipo contrastan con la “pachorra” del director deportivo que tiene al Real Valladolid como colista y sin entrenador.
El Real Valladolid se hunde irremisiblemente y nadie parece capaz parar la caída.
Tenían que cambiar cosas en el Real Valladolid después del flojísimo partido de Pamplona y tras la derrota cosechada en Zorrilla ante el Villarreal.
No es casualidad que sea penúltimo en la tabla y que su juego, hasta la fecha, haya sido absolutamente decepcionante.
De no ser por el empate del Valencia en Getafe, el Real Valladolid sería farolillo rojo, por lo que importa más el partido ante Osasuna que el del Astur.
Aunque que el barco llegue a tierra firme al final de la temporada, sigue pareciendo cosa complicada. La fortuna favoreció en determinados momentos al Real Valladolid.
No es fácil poder ser optimista en torno al futuro del Real Valladolid. Penúltimo, con seis derrotas y solo una victoria en nueve partidos.
Ya ni el discurso de Pezzolano sirve para que la tropa suba la moral. El entrenador es el primero que sabe con la plantilla que cuenta y lo que puede dar.
El Real Valladolid cayó en Sevilla víctima de sus errores lo que le ha llevado a puestos de descenso tras sumar dos puntos de los últimos 18.
Encajar trece goles fuera de casa en las tres salidas efectuadas es algo verdaderamente inaudito.
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