Jesús Gallego

Los últimos meses de competición en Brasil han mostrado un portento que aparenta más de los apenas 17 años que tiene.

Había fallado algunas ocasiones claras y se escuchó un leve rumor en la grada. No hubo ni pitos ni abucheos, pero el jugador sintió que debía disculparse después de, por fin, acertar con un remate.

Lo primordial comenzará en febrero pero, hasta entonces, a Carletto le toca navegar en precario. Joselu, Brahim o Ceballos tienen que demostrar en estos dos meses.

Si tienes mala suerte, como ha tenido el Madrid con Camavinga y Vinicius, en un parón de selecciones se te puede ir media temporada.

Su segunda renovación le señala ya, a pesar de su juventud, como un veterano llamado a ser uno de los jefes del vestuario.

El lateral está haciendo lo que se esperaba de él cuando lo fichó el Madrid: un acomodo progresivo, entendiendo poco a poco lo que demanda el juego del equipo...

Los dos clubes más grandes de nuestro fútbol se necesitan. Son como dos galaxias que giran alrededor de un agujero negro y cuya gravedad las mantiene en un sostenible equilibrio.

Aunque, como todo veterano que se precie, tiene cierto careto cuando no juega, por encima de esa vetusta querencia está su altura profesional, su ascendencia en el vestuario y su buena relación con Ancelotti.

Guardiola es uno de los mejores motivadores del mundo, pero no pudo convencer a Bellingham para que dijera no al Real Madrid.

Se pueden criticar algunas actitudes del brasileño, pero ponerle a la altura de los delincuentes es fomentar la violencia en los campos...

El italiano sigue demostrando una sapiencia incomparable para llevar situaciones difíciles. Tiene un estilo y un caché sobradamente demostrado durante su carrera.

Habrá quien atribuya la carencia goleadora del equipo a la poca suerte o las malas rachas, algo absurdo teniendo en cuenta que Bellingham está en la mejor racha de su vida...

La dirección decidió que no se iba a acometer la contratación de ningún delantero “top” porque no se daban las circunstancias adecuadas.

La entrañable imagen del maestro (Modric) consolando al pupilo (Rodrygo) y el mensaje que le transmitía forman parte de un protocolo de enseñanza.

Carletto tendrá que decidir en breve quién es el titular y afianzarlo.

Hacía tiempo que el Real Madrid no empezaba una temporada con perspectivas tan inciertas alrededor.

Sin el vértigo de Vinicius en la izquierda, el Real Madrid pierde su principal salida en ataque. Al equipo se le ha visto con problemas en el repliegue. Lo mejor, el poderío físico que transmite la plantilla.

No debe llevar más de una veintena de entrenamientos con sus compañeros, ha jugado solo dos partidos, pero todos dan por hecho que ha venido a ser jugador franquicia del Madrid.

El desafío de la pretemporada para Ancelotti viene con la dificultad de cambiar el sistema. Son días para engrasar y rodar el nuevo motor hasta que funcione bien.

Ha sorprendido el fluido entendimiento de primeras con los veteranos del centro del campo.

Ser capitán del Madrid impone, no sirve cualquiera, hay que ganarse el cargo dando ejemplo. De los actuales, da la impresión de que a Nacho el cargo le viene niquelado.

Cumple todos los requisitos para ser ese goleador suplente, pero hay que esperar unos meses porque lo mismo tiene que interpretar un papel más principal.