DeepMind lleva la inteligencia artificial al siguiente nivel

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DeepMind lleva la inteligencia artificial al siguiente nivel

DeepMind lleva la inteligencia artificial al siguiente nivel

Oriol Vinyals. Deep Mind Google.

El español Oriol Vinyals forma parte de DeepMind, un proyecto cuyo objetivo es enseñar a un ordenador a pensar como un humano.

DeepMind, la apuesta de Google por la inteligencia artificial, ha encontrado su siguiente objetivo: crear la IA que juegue de manera perfecta a Starcraft II, el famoso videojuego de estrategia de Blizzard.

El proyecto de DeepMind pasó a ser mundialmente conocido el pasado mes de marzo tras vencer al 18 veces campeón del mundo de GO, Lee Sidol, de forma decisiva. Uno de los científicos responsables es Oriol Vinyals, procedente de Sabadell y elegido por la revista del MIT como uno de los innovadores menores de 35 a los que seguir la pista en los próximos años.

Vinyals, quien ha declarado ser fan de StarCraft, cuenta que la misión de DeepMind es resolver la inteligencia y, después, resolver todo lo demás. Tal y como como explica Demis Hassabis, "El intento de destilar inteligencia en una construcción algorítmica puede llegar a ser el mejor camino para la comprensión de algunos de los misterios perdurables de nuestra mente".

Cómo funciona

La compañía ha creado una red neuronal que aprende cómo jugar a los videojuegos de una manera similar a la de los seres humanos. Son sistemas informáticos que no están preprogramados, es decir que aprenden por si solos observando el entorno en su búsqueda por las decisiones más óptimas.

Los juegos generan imágenes que el sistema de DeepMind procesa a través de una serie de capas lógicas que determinan cuál será la siguiente acción a llevar a cabo. Gracias a repetir el proceso miles de veces el sistema es capaz de aprender cuáles son los mejores movimientos. La máquina descubre la mejor forma de jugar por si misma y llega a encontrar estratégias en las que ningún humano había pensado.

Así ve DeepMind una partida de StarCraft II

Los juegos a los que se ha enfrentado

DeepMind ha batido innumerables juegos de Atari con diferentes grados de éxito en cada uno. Desde el Pong hasta el Pac-Man, han conseguido que la inteligencia articifial rinda a niveles comparables con los de un ser humano y, en muchos casos, los resultados son sobrehumanos. Otro de los grandes retos ha sido enfrentarse a juegos laberínticos, en los que el sistema debe comprender dónde se encuentra y utilizar la memoria.

Sin embargo, no todo son éxitos, en algunos juegos la máquina decide con frecuencia no realizar ninguna acción. Esto es debido a que a veces para alcanzar un objetivo hay que ejecutar un gran número de acciones que aparentemente no llevan a ningún lado y si se ejecutan erroneamente llevan a la muerte del personaje (caerse por un acantilado, encontrarse con un monstruo, etc..) por lo que el sistema piensa "mejor me quedo parado".

Por qué StarCraft II

Este reto lleva a la inteligencia artificial a otro nivel. Mientras que en el GO el número de posibles jugadas es mucho mayor al de los átomos que hay en el universo, en el StarCraft directamente no se puede calcular.

Miles de personas lo juegan y es uno de los eSports más populares con jugadores profesionales que superan las 200 acciones por minuto (pulsaciones de teclas sin contar el movimiento del ratón). Esto permite que se pueda medir cómo de buena es la máquina en relación con los profesionales.

StarCraft es un juego de información incompleta. El jugador no ve lo que está haciendo su adversario, se puede pensar cómo cuando un jugado de póker tiene su mano oculta, esto es una diferencia fundamental con el Go, donde ambos participantes pueden ver el tablero completo en todo momento.

DeepMind deberá descubrir cuáles son las normas del juego, cómo jugarlo desde cero sin que nadie se lo explique. Para ello disputará miles de partidas y se nutrirá de la información de las repeticiones de las partidas de jugadores tanto profesionales como casuales.

Para hacer la competición entre máquina y humano más justa, DeepMind limitará la cantidad de acciones por minuto que puede realizar para que sean similares a las de un humano.

Este proyecto ya tiene aplicaciones en el mundo real. La inteligencia artificial se utiliza para resolver problemas en medicina e ingeniería. En un futuro pueden pasar a entrenar a los propios humanos a jugar de la forma más óptima a juegos competitivos. Se podrán utilizar como testers de programas, de hecho ya han encontrado una gran cantidad de bugs en el StarCraft.

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