Después de que se decretase el estado de alarma, los horarios de los servicios que siguen desarrollando su actividad se adaptaron a las circunstancias y se tomaron las medidas oportunas. Es el caso de Correos, que adaptó toda su operativa y red de oficinas a la situación provocada por la pandemia del coronavirus.

La compañía implementó nuevas medidas organizativas para garantizar el servicio postal que tiene encomendado a la ciudadanía. Al ser un servicio público, las oficinas de Correos permanecen abiertas durante los días que dure el estado de alarma, pero el horario sí ha cambiado.

Las oficinas abren al público de 9:30 a 12:30 guardando todos los protocolos dictados por las autoridades sanitarias. En ellas, sólo está operativo el personal estrictamente imprescindible para colaborar en la prevención y contención de la expansión del coronavirus.

Distancia de seguridad y normas impuestas

Durante el horario de apertura al público, Correos ha impuesto una serie de normas con el único fin de evitar el contacto físico y así sortear posibles contagios. Por eso, se evitan aglomeraciones controlando que clientes y empleados mantengan una distancia de seguridad de al menos un metro. Para ello, en las oficinas, un empleado se está encargando de gestionar el flujo de clientes, de tal manera que no puede haber un número de clientes por encima del 50% del espacio del vestíbulo. Si se sobrepasa, los clientes deben esperar en el exterior de la oficina.

Asimismo, el dispensador de tickets está siendo manipulado únicamente por el encargado de gestionar el tránsito en la oficina. Cuando se genera el ticket, éste es retirado por el cliente. Por último, todo el intercambio de documentos, paquetes, dinero, etc. entre cliente y trabajador se produce utilizando el mostrador, evitando el contacto físico.

A pesar de que el Gobierno anunciara este sábado que se paralizarán todos los trabajos no esenciales, Correos seguirá prestando su servicio en los horarios adaptados, puesto que está considerado un trabajo esencial.