Como si el partido del Juventus Stadium nunca hubiera existido
Zidane y Allegri, alertados por el Roma y el nunca se sabe, restan relevancia al 0-3 de Turín. Benzema le quita el sitio a Bale. Vallejo debutará en la Champions. Juegos de Cristiano en Estados Unidos
El partido comienza con una proclama compartida de imposible cumplimiento: jugar la vuelta como si no hubiese existido la ida. Lo pidió Zidane, antes del campanazo del Roma por si sus jugadores estaban tentados de saltarse mentalmente el partido, y lo pidió Allegri, invocando al nunca se sabe. Pero apenas hay evidencias en la historia de que el vuelco sea posible. En 63 años de competiciones europeas sólo el Dinamo de Bucarest, en tercera ronda de la Copa de la UEFA 2009-2010, levantó un 0-3 al Slovan Liberec para acabar pasando en los penaltis. Se tiene por un suceso paranormal que ofrece su traducción aritmética: la clasificación de la Juve se paga 56 a 1.
A la extendidísima corriente de opinión de que esto se acabó en Turín ayuda la baja de Dybala, 25 goles esta temporada. No hay relevo para él. Mandzukic, al que la vida en Italia le ha retirado su condición de goleador obsesivo, es lo que más se le parece. Con Higuaín y Cuadrado o Douglas Costa formará un tridente de asalto. También faltará Barzagli, al que relevará Benatia.
La Juventus ha disputado esta temporada 22 partidos a domicilio y sólo un resultado de los que consiguió le metería esta noche en las semifinales de la Champions: un 2-6 al Udinese en octubre.
Y es que la Juventus no parece un equipo vestido, desde su entrenador a la composición de la plantilla, para una apelación heroica al gol. Veinte de los equipos que han participado en esta Champions presentan un mejor ratio anotador que el equipo de Allegri. No ha hecho su fortuna derrochando goles sino economizando en su área.
Sin embargo, ofrece en el Bernabéu una alternativa de la que careció en Turín: Pjanic. El bosnio, jugando con el Lyon, metió el gol que eliminó al Madrid de Pellegrini de los octavos de final de la Champions de 2010. Pjanic tenía entonces 20 años. Con Allegri se ha acercado a las cifras de recuperación y de anotación que en su día entronizaron a Arturo Vidal. Esta temporada es el líder del equipo en asistencias, con 12.
La otra gran baza turinesa será Higuaín, que juega por primera vez en el Bernabéu como rival del Madrid. Durante cuatro temporadas mantuvo una competencia en desigualdad de condiciones con Benzema. De los cinco años que llevan separados ha superado en cuatro al francés y ha empatado en el quinto.
Benzema por Bale
En cualquier caso, el Madrid lo formarán hoy Benzema y diez más sin más argumento que los intangibles que Zidane aprecia y le resultan invisibles a una mayoría. En esta Champions el francés ha metido dos goles con seis disparos a puerta (uno más que Casemiro o Ramos). Faltó en tres partidos, pero en ese mismo periodo Lewandowski, Ben Yedder y Firmino han tirado 14 veces, Dzeko 13 o Higuaín 11 por hablar de los nueves que aún siguen en competición. En el Madrid Cristiano ha hecho su trabajo. El portugués absorbe el 40% de los disparos del Madrid. Y siempre le ha marcado a la Juventus.
Del once del derbi salen Bale, Lucas, Asensio, Kovacic y el sancionado Ramos y entran Isco, Casemiro, Modric y Vallejo. El central sólo ha jugado ocho partidos este curso y no ha debutado en la Champions. El encuentro es su prueba de acceso a la altísima competición.
Se espera un homenaje del Bernabéu a Buffon, que con 40 años cumplidos probablemente no volverá por aquí. Una cortesía obligada para un portero de época.
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