Los mejores narradores latinos en USA: 8 - Miguel Gurwitz
Casi 20 años en Televisa, donde fue el reportero de la Selección Mexicana, son su tarjeta de presentación. Hoy, cumple con el sueño americano en Telemundo.
Miguel Gurwitz está feliz. "Estoy en la mejor etapa de mi vida", exclama. Después de su publicitada y polémica salida de Televisa, tras 20 años en la empresa, Telemundo le abrió las puertas para cumplir un sueño, uno más: trabajar en Estados Unidos. Hoy, sigue al tanto de la Selección Mexicana y del fútbol mundial, aunque desde los platós de Telemundo en Miami. Un nuevo comienzo.
El camino de Miguel Gurwitz comenzó hace 20 años en la Ciudad de México, cuando era un joven estudiante de ciencias de la comunicación en la Universidad del Nuevo Mundo y en el Centro de Capacitación Raúl del Campo. Su ansia por trabajar en su pasión le llevó a tocar puertas, "la única forma de abrirse paso". Raúl Orvañanos fue quien intentó brindarle su primera oportunidad. Pero no fue tan fácil: "Le estuve hablando un año, cada tres días. Me intentó meter a La Jugada (programa estelar de Televisa) no se pudo; luego a radio, tampoco. Después a otra producción de Televisa, y tampoco". Cuando parecía no haber entrada, llegó la oportunidad, que nunca dejó de buscar: "Un diciembre fui a ver una vez más a Raúl; estaban grabando los programas de La Jugada y lo esperé hasta su salida, a las 3 de la madrugada, y yo quería despedirme y agradecerle que me haya intentado ayudar y me dijo ‘no te desesperes’. De repente, en febrero surgió una oportunidad en Editorial Televisa en una entrevista con 'Lalo' Camarena; él mismo me entrevistó y me dijo que cuándo podía empezar y le dije que 'hoy' y arranqué ese día".
Dar el salto siempre es difícil. En Televisa, Miguel trabajó durante 18 años, en los que se le confirieron misiones de largo aliento como la cobertura de la Selección Mexicana (durante 11 años), desde sus amistosos más intrascendentes hasta las citas en Copas del Mundo. En la calle, sobre el campo de juego, en los platós, en las cabinas. A donde fuera. También viajó a tres Juegos Olímpicos de Verano y dos de Invierno. Pero llegó el día en el que sintió que su carrera no iría a más: "Me dijeron que ya no podía avanzar, que ya llegué a donde tenía que llegar; no me podía permitir frenar mi carrera. Ya había habido algún contacto anterior con Telemundo (dos años antes) y cuajaron los tiempos. Fue cumplir un sueño enorme trabajar en Televisa y ahora estoy viviendo otro en Estados Unidos". Antes de cumplir dos años en su nueva labor, se siente pleno, adaptado plenamente: "Es un país muy cuadriculado, por decirlo de alguna manera: si te dicen camino por la derecha, camina por la derecha. Te tienes que ir adaptando a las reglas, a las formas, tienes que cuidar mucho más lo que dices. En términos generales, necesitas tener más cuidado en todo lo que haces. Sí cuesta trabajo, pero todo tiene un porqué; en este país todo está engranado".
Miguel sigue en pie de batalla. La ilusión sigue intacta. No puede elegir a un momento que le marque, porque ello implicaría revisar su carrera íntegramente, a la que aún le restan kilómetros por delante: "El día en que tú creas que cumpliste es cuando ya no tienes ganas de salir a trabajar; es ahí donde se agota tu pasión para hacer esto (...) El día que eso pase, te podré hacer una evaluación sobre si cumplí o no. Si fuera hoy, te diría que no; me quedan muchas ganas y muchas cosas por hacer". Al final, eso sí, queda un consejo para aquel joven, mexicano, inmigrante, en cualquier parte del mundo que desee incursionar en el sinuoso mundo del periodismo cuando ve a Miguel y a sus compañeros en las pantallas; el consejo que aplicó para llegar a donde está ahora: "No esperes que alguien te abra la puerta, porque lo importante no es que te la abran, sino que tú puedas cerrártela cuando creas que lo puedes hacer. No esperes a que te la abran, ve y tócala".