Federer vuelve a la cima del tenis

El coleccionista de récords sumó el último en Rótterdam, tras derrotar a Robin Haase con remontada incluida (4-6, 6-1, 6-1) y convertirse en el número uno de la ATP: 36 años, 6 meses y 8 días. Con 21 años de carrera profesional y 96 títulos individuales a las espaldas, entre ellos 20 Grand Slams: 8 Wimbledon, 6 Abiertos de Australia, 1 Roland Garros y 5 US Open. Ahora extenderá quién sabe cuánto más su récord absoluto de semanas en el puesto de honor de la lista ATP. El hashtag #RF302 se ha quedado viejo y el lunes arrancará su semana número 303 como rey del tenis. Catorce años después de que hiciera realidad su sueño por primera vez...

Roger Federer alcanzó oficialmente por primera vez el número uno el 2 de febrero de 2004, liderazgo que extendió hasta el 18 de agosto de 2008 (4 años, 6 meses, y 16 días). Su segundo periodo al frente de la ATP se inicia el 6 de julio de 2009 y se alarga hasta el 7 de junio de 2010 (11 meses, y 1 día). En ambos casos Rafael Nadal le arrebató la corona. Y el tercero desde el 9 de julio de 2012 hasta el 5 de noviembre de ese mismo año (3 meses y 24 días), cuando un Djokovic pletórico parecía empujar al suizo hacia el otoño de su carrera.

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Sin embargo, su facilidad insultante con una raqueta en la mano y su locura por el tenis han obrado el milagro. El suizo ha sido capaz de regatear a las lesiones -que tanto se cebaron con otros-, de reinventarse frente a tenistas de dos generaciones posteriores a la suya, y de no perder nunca la motivación. Lo que dibuja a un genio al que la inspiración siempre le pilló trabajando duro. Alguien que nunca renunció a seguir aprendiendo. (En esto nadie le ayudó más que nuestro Rafa...) Un tipo enamorado de su deporte como pocos, adicto a la adrenalina de la competición, que sigue recorriendo todo el planeta acompañado de su familia numerosa y todo su equipo de trabajo. Federer es un espejo en el que se han mirado y se miran casi todas las personas que alguna vez soñaron o sueñan con ser tenista profesional. Pero lo mejor es que la historia continúa... El premio Laureus al mejor deportista masculino parece tener ya dueño.