¿Qué fue de Sávio Bortolini?: la fina zurda que militó en el Real Madrid y Levante
Fichó por el Real Madrid procedente del Flamengo tras un gran rendimiento goleador en sus inicios como futbolista en Brasil. En LaLiga también militó en Zaragoza y Real Sociedad.
Extraordinario regateador brasileño de los noventa. Sávio salió del Flamengo con destino Europa tras un inicio muy prometedor. Con el espectáculo en sus botas recaló en el Real Madrid donde las lesiones y su falta de continuidad como titular le llevaron a salir por la puerta de atrás. También jugó en el Real Zaragoza, Real Sociedad y Levante.Tras colgar las botas, ha sido colaborador en programas de televisión brasileños y ha publicado un libro sobre su trayectoria. Ahora, es empresario y dirige una empresa inmobiliaria y de representación de deportistas.
Sávio Bortolini Pimentel (9 de enero de 1974, Vila Velha, Espírito Santo, Brasil) comenzó su carrera como profesional en el Flamengo. Tras jugar en las categorías inferiores, debutó con el primer equipo en 1992 a los 18 años. En el club brasileño, donde formó un tridente letal en el ataque junto a Romario y Edmundo, pronto se ganó el cariño de la afición a base de goles y buen juego: casi 100 dianas en las seis temporadas que jugó en el Flamengo. Un rendimiento y calidad que le llevaron a dar el salto a Europa.
"Flamengo es un equipo muy grande y con una gran afición, una afición fantástica. Empecé en el primer equipo con 18 años, en una plantilla en la que estaban Romario, Edmundo... Fue todo muy rápido, pero por suerte todo salió muy bien", recordaba el propio Sávio de sus inicios en una entrevista con AS el pasado 30 de marzo.
Llegó al Madrid en 1997 y ganó tres Champions
El Real Madrid fue el equipo que pescó a Sávio, una de las promesas sudamericanas de aquel entonces. El delantero carioca fue traspasado a finales de 1997 al club blanco, dirigido por Heynckes, por 500 millones de las antiguas pesetas (3 millones de euros). La adaptación no fue fácil, a lo que se unieron las lesiones en sus inicios con los de Chamartín. "Al principio me costó. No estaba acostumbrado al frío, pero poco a poco fui adaptándome y recibí el cariño de la afición del Madrid, lo que lo hizo más fácil. A partir de ahí, cada día me sentía mejor", aseguraba Sávio.
Su debut con el club madrileño se vio retrasado por una lesión en el tobillo izquierdo. Habría que esperar hasta el 3 de enero de 1998 para verle vestido de blanco en un partido entre el Madrid y el Betis en el Villamarín con un 3-1 a favor para el cuadro verdiblanco. En su primera temporada no acabaría de convencer. Las expectativas puestas sobre el astro brasileño se apagaron ante unos inicios titubeantes en el que una hilera de lesiones empañaron su rendimiento. A pesar de esto, no dejó mal sabor de boca en la afición blanca sino que todo lo contrario. Se ganó el cariño de los madridistas gracias a sus regates y espectáculo.
A las lesiones, habría que sumarle que no terminó de convencer a los técnicos al frente del club blanco en aquellos años (Heynckes, Toshack y Del Bosque) que no lograron encontrar su hueco en el equipo. Cierto es que coincidió con Raúl y su papel quedaría inclinado a ocupar el carril izquierdo en el ataque, algo a lo que no se hacía el brasileño. Aún así, tuvo un papel importante en la consecución de la octava Copa de Europa (ganaría dos más con el Madrid). Fue perdiendo minutos y peso en el equipo a raíz de la llegada de Del Bosque en 1999, a lo que se sumó el fichaje de Zidane en el verano de 2001 que terminó por desterrarlo al banquillo en unos últimos años como blanco que se verían marcados por las lesiones. En el 2000, el Chelsea estuvo cerca de ficharlo por 2.700 millones de pesetas con un sueldo que doblaba el que tenía en el Madrid. A pesar de la gran oferta, Valdano frustró su salida y dijo que era intransferible.
Del Bernabéu a la Romareda para ganar otra Copa
Ante esta situación y a pesar de contar con el cariño del público, el brasileño se marchó cedido al Girondins en la 2002-03. Volvió a Madrid al año siguiente pero no para quedarse sino para acabar su contrato con el Madrid. Su siguiente parada fue también en LaLiga. El delantero carioca firmó por el Zaragoza por dos temporadas. Del Madrid se fue con seis títulos a sus espaldas: tres Copas de Europa (la séptima, la octava y la novena de los blancos, aunque en la última no fue ni convocado a la final), una Intercontinental, una Liga y una Supercopa de España.
En el Zaragoza encontró de nuevo su sitio. Sávio abanderó el regreso del cuadro maño a Primera División con un gran rendimiento en una primera temporada en la que consiguieron la Copa y Supercopa de España. En 2006, el brasileño se desvinculó de la entidad zaragocista para regresar a su país por motivos personales. Una vez allí, regresó al equipo que lo lanzó a la fama, al Flamengo.
Con la Real Sociedad sufrió un descenso a Segunda División
Tras unos meses en Brasil, regresó de nuevo a LaLiga en el mercado invernal de 2007. La Real Sociedad fue su siguiente equipo. El ariete no recaló por mucho tiempo en el conjunto vasco que acabó descendiendo a final de temporada a Segunda División. De la Real se fue al Levante, pero sólo jugó medio año. En el club granota vivió su última experiencia en un club español. Se marchó a su país y fichó por el Deportiva Capixaba. En la 2008-09 volvió a Europa para jugar en la liga chipriota en las filas del Anorthosis.
Un año más tarde, en 2010, colgó las botas en el Avaí de su país con un palmarés envidiable que cuenta con una Liga brasileña, un Campeonato Carioca, una Liga española, dos Supercopas de España, una Supercopa de Europa, una Intercontinental, tres Copas de Europa y una Copa del Rey, entre otros. También fue internacional con Brasil en 21 partidos, en los que dejó cuatro goles. Con la 'canarinha' ganó un bronce olímpico en Atlanta 1996.
Después de retirarse, formó parte de la directiva del Guarani de Palhoça, un club brasileño. También ha sido comentarista de fútbol en canales de Globo Esporte y ESPN y ha publicado un libro que habla sobre su trayectoria profesional. Además, es empresario y tiene dos empresas: Sávio Soccer, de representación de deportistas; y Sávio Patrimonial, dedicada al mercado inmobiliario.