Arnáiz: la victoria de la humidad llega al vestuario del Barcelona
Como toda historia adaptable a los cuentos de Disney hay un sufrimiento inicial, aunque el nudo de la historia es llamativo y el final de la película depende de él.
La vida de Jose Arnáiz (sí, sin acento) ha cambiado radicalmente en un año. Ha pasado de vivir en Valladolid a hacerlo en Barcelona, de estar soltero, a ser padre junto con su pareja Alba (hace pocos meses tuvieron un nene llamado Jose, sí, también sin acento) y de jugar en Segunda su primer partido con el Valladolid ante el Oviedo a poder debutar con el Barcelona en partido oficial. Casi nada.
Como toda historia adaptable a los cuentos de Disney hay un sufrimiento inicial, aunque el nudo de la historia es llamativo y el final de la película depende de él. De Talavera de la Reina y nacido hace 22 años, el atacante vio como el Barça apostaba fuerte por él a finales del mercado de verano. Los últimos días de agosto la dirección deportiva azulgrana decidía abonar 3’4 millones de euros al Valladolid, más unos incentivos que podrían elevar al final la operación a los siete u ocho millones. Y eso que en Pucela hubo quien quiso rescindirle el contrato al no verle capacitado para jugar en la elite y acusarle en vano de cosas no muy agradables. Eso sucedió cuando era Juvenil.
Mientras que Braulio, director deportivo del Valladolid entre 2014 y 2017 le vio talento desde un primer momento, a Rubén de la Barrera (técnico entonces del Juvenil del Valladolid y actualmente preparador de la Cultural Leonesa) le costó lo suyo, llegando a no ver la clase del jugador y dándose cuenta al final de temporada, momento en el que le invitó a jugar algunos ratitos. Relegó tanto el técnico al futbolista, que éste, hijo de un humilde barrio de Talavera, pensó que lo mejor era hacer la maleta e irse por donde había venido y viendo frustrado su aventura como candidato a ser profesional.
Después de recibir el cariño con el tiempo de Miguel Ángel Portugal, Arnáiz tuvo la fortuna de toparse con el talento y el ojo de Paco Herrera, entrenador del Valladolid la pasada temporada con un importante bagaje en la captación y descubrimiento de talento. Tras charlar el entrenador catalán (ahora en el Sporting) con Braulio, la vida del atacante comenzó a asentarse al verse titular en cada partido y haciendo buenos los valores que recibió en su casa, teniendo una conducta más que honrosa, escuchando los consejos que recibía y haciendo buena la timidez que desde crío marcó su carácter.
El Barça apostó fuerte por él por convicción y por ver que la calidad y velocidad del futbolista era carente en la base azulgrana. La Masía sigue arrastrando las consecuencias de la sanción FIFA que no le dejó incorporar jugadores y que provocó que el talento de algunos extranjeros que tenía en sus plantillas tuviesen que abandonar el club.
Fue Pep Segura el que se lanzó por el futbolista. Lo hizo basándose en los informes requeridos y tras mantener reuniones con su equipo, que nunca dudaron de ir a por él. A Gerard López, entrenador del filial culé, siempre le pareció una buena idea y ahora es el técnico el que ha perfilado su desembarco en el primer equipo dándole buenos consejos y llevando prácticas privadas tras las sesiones del filial azulgrana.
Hace días que Ernesto Valverde tiene la idea en la cabeza y esta tarde posiblemente cite al talaverano para viajar con los profesionales del Barça. Será el premio a una constante lucha, pero que aún no tiene premio. “Es un buen jugador”, destacan en la Ciutat Esportiva del Barça. “Es rápido, tiene desborde y ser polivalente le vendrá bien, eso siempre suma”, insisten para remarcar: “Que nadie piense que es un jugador ya consolidado. Le quedan etapas por quemar y está en un buen sitio para hacerlo. Lo más importante, la clase, la tiene, ahora le resta algo vital, que tenga actitud y que sobre todo, que tenga ese punto de suerte”. Queda todo dicho.
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