Matías Almeyda no ve imposible el cierre perfecto
El técnico del Rebaño señaló que no es imposible llegar a la Liguilla, además mencionó que al final del torneo evaluará la situación con la directiva.
Para muchos, lo que Chivas necesita es un milagro. Para otros, se trata de una posibilidad que mientras exista, se debe luchar por conseguir. El campeón defensor requiere un cierre de torneo prácticamente perfecto. Sólo así podría aspirar a meterse a la Liguilla por el título del Torneo Apertura 2017. Y el técnico Matías Almeyda asegura que no es imposible.
“Realmente está difícil, no imposible. Debemos ser casi perfectos para entrar a Liguilla, pero iremos analizando y viendo partido a partido. Lo más importante es este partido (ante Morelia) con un rival de los que mejor está jugando. Será un encuentro difícil como han sido todos. Esperamos volver al triunfo que nos hace tanta falta”, explica el entrenador rojiblanco.
Luego de 11 partidos disputados, Chivas suma apenas nueve unidades. Necesita 16 de los 18 puntos que le restan por disputar, para llegar a 25 y así meterse a la Liguilla por el título del futbol mexicano. Para muchos, el Guadalajara está desahuciado. Pero el entrenador se aferra a la última esperanza.
“Es que no está terminado el torneo. ¿Qué pasa si Chivas entra a Liguilla y vuelve a ser campeón? Es imposible hablar ahora, como también es imposible decir quién va a ser campeón. Por eso la autocrítica la vamos haciendo, pero la autocrítica final es después del último segundo partido. Nos juntaremos con Jorge (Vergara) y José Luis (Higuera), para ver lo bueno y lo malo”, asevera el estratega argentino.
La situación que vive el Rebaño Sagrado le resulta particularmente dolorosa. “En estos dos años que nos conocemos, se han dado cuenta que tengo una 'enfermedad' con respecto a ganar. Soy un obsesivo de ganar. Cuando conseguimos cosas, soy el más feliz del mundo porque vivo de esto. Me fui de mi país para conseguir cosas importantes. Hoy soy más reflexivo, observador de cada cosa porque debo revertir esta situación con los jugadores”, señala.
“No son resultados para estar con el mismo semblante, porque uno se preocupa y dedica tiempo. No me da lo mismo. Si me diera lo mismo, me voy, pero queremos ganar. Tenemos un equipo para competir arriba, no abajo. El hecho que mi semblante modifique es porque crecen las arrugas y me voy haciendo más grande. Uno es un apasionado y nada me resbala, se procesa todo: lo de dentro y lo de afuera. Es normal, los que vivimos de esto envejecemos rápido”, agrega el “Pelado”.
Finalmente, recuerda que aún falta tiempo para la última evaluación. “Siempre se hace un análisis cuando finaliza todo, porque todavía queda mucho por delante. Nos queda una Copa por jugar y no ha terminado el torneo. No es el presente que pretendíamos, pero aún no se sabe cuál será el final. Si termina así, la autocrítica será grande y el análisis de las decisiones que hemos tomado también lo será. Después, hay algo claro acá: cuando un equipo gana dos torneos y el entrenador les da chanza de mantener el equipo, es una chance fuerte. Veremos cómo finaliza todo y de ahí se tomarán decisiones”, concluye Matías Almeyda.
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