Cali puso el fútbol y los goles ante DIM en 4tos de final

Mientras Medellín se frotaba los ojos, adormecido, Deportivo Cali tenía las luces en alto, transpiraba y acosaba en cada incursión al área. El  local fue demasiado para la defensa de los de Luis Zubeldía,  que no pasó de rechazar balones. 

DIM, aparentemente envalentonado luego de haberle cortado en la jornada anterior el invicto al líder Atlético Nacional, y con el brillo que les brinda Juan Fernando Quintero, chocó con un Cali que llegó al juego con menos favoritismo y beneficiado con el recurso que le permitió tener la presencia de aficionados en las tribunas de preferencia.

Todos celebraron, primero, con el latigazo de media distancia de Fabián Sambueza, que se metió cerca de la base del vertical derecho de un esforzado David González (21’). También se abrazaron en el minuto 35, luego de Roa le hizo un robo de la pelota a Didier Moreno en el balcón del área, González dio rebote tras un disparo de Benedetti y Orejuela lo tomó y amplió la cuenta.

Cada arribo del Cali al área rival fue un aviso de gol. Más activos los de Héctor Cárdenas, con una ordenada relación de espacios en las líneas defensivas, solidarios y con un ágil paso de defensa al ataque. Medellín, sin poder enhebrar tres toques del balón, sin noticias de Marrugo y dependiente de un zurdazo de Quintero. Los rojos fueron cándidos, sin filo en ataque y desajustados en defensa.

Un disparo de Marrugo que devolvió el pelo derecho, ilusionó a los visitantes. Poco después, Sambueza los retornó a la congoja. El argentino volvió a afinar puntería y ajustó nuevamente el balón cerca del palo derecho. Golazó (50’) que no relajó a los locales, por el contrario, los revolucionó, los motivó a mantener a fondo el acelerador. A gran velocidad llegó Benedetti, tiró una diagonal interna, ingresó al área y cruzó un disparo hasta el palo contrario de un inerme arquero de los visitantes (53’).

Y tras la cuarta anotación, lapidaria para los visitantes, aumentaron los decibeles en las tribunas, resonó el “ole, ole” en Palmseca. El Cali fue imperial en el juego, hizo casi que un partido perfecto, solo ligeramente empañado por Jeison Angulo, quien se apresuró a derribar en el área a Leonardo Castro. Quintero convirtió el penalti en gol (75’). Cobró rastrero al palo derecho del arquero, quien se lanzó al costado contrario.

Cali, con Aguilar, Máyer Candelo y Sabbag en el campo -ingresaron en el ST- mantuvo la presencia en terreno del rival, la ambición, y terminó con un resultado aparentemente holgado. Llega al compromiso de vuelta, el domingo (7:30 p.m.) con el amplio favoritismo para avanzar a la semifinal.