La Supercopa dio razones para el optimismo para el Real Madrid
El primer partido oficial, condicionado por las ausencias de Bale y Cristiano, invita a soñar con un equipo en una condición física envidiable.
Una condición física extraordinaria
Pretemporada. Prórroga. ¿Carencia de ritmo? ¿Cansancio? Carvajal destruyó con su gol todos los mitos que rodean al desgaste físico con el que los futbolistas llegan al tiempo extra y más en una fase de la pretemporada en la que muchos jugadores acusan falta de rodaje en los minutos finales del partido.
Aparte del propio Carvajal, el artífice de la cabalgada es Antonio Pintus. El nuevo preparador físico del Real Madrid ha sometido a la plantilla a un trabajo extenuante durante la temporada. Danilo, Marcos Llorente, Asensio y Benzema se retiraron antes de tiempo en distintos entrenamientos ante la intensidad que Pintus impuso durante la estadía en Norteamérica. James, Ramos y Modric también lo sufrieron nada más llegar a la concentración.
Zidane, que cuando se hizo cargo del equipo tuvo que improvisar una pretemporada en pleno invierno ante el estado físico en el que encontró a la plantilla, insistió en la contratación de Pintus este verano y los resultados pronto le avalan. Un sprint explosivo de 25 metros de Carvajal en el minuto 119 que ha valido al Real Madrid una Supercopa de Europa.
Ramos: la testa del capitán no falla en las finales
Aunque no mostró su mejor nivel en las tareas defensivas, el capitán ejerció como tal. El coraje y la testa de Sergio Ramos abrieron de nuevo el camino al Real Madrid hacia la conquista de otro título. No hay revés que mine la moral del de Camas. Veinte minutos después de cometer el penalti que pudo dejar al Madrid sin la Supercopa de Europa, volvió a ponerse el traje de las grandes citas: el de Lisboa, el de Milán. Otro cabezazo que quedará en la memoria del madridismo.
Asensio y Lucas Vázquez: conexión expañola y recambios de garantías
El Real Madrid de Zidane se españoliza. Lucas Vázquez acabó la temporada pasada como jugador número 12 para el técnico y ganándose la convocatoria de Del Bosque para la Eurocopa. Ayer, en ausencia de Cristiano y Bale, le tocó ser de la partida y fue el mejor del equipo. Un recambio de garantías en ausencia de cualquier miembro de la BBC.
Mención especial merece Marco Asensio. Dejó detalles de calidad y con la guinda del gol dio una nueva razón a los defensores de que merece quedarse en el primer equipo. El balear confirmó en toda una final lo que ha demostrado durante los amistosos de pretemporada: está preparado para jugar en el Real Madrid.
Isco le gana el pulso a James
Benzema y Modric en el banquillo y Kroos, Bale y Cristiano en casa. De Casemiro hacia delante Zidane tenía que hacer el equipo completamente nuevo. Cinco plazas libres en el once inicial para que Isco y James se reivindicasen. Como sucediera en el último tramo de la temporada pasada, Zidane optó por el malagueño. Isco volvió a ganar el pulso al colombiano, que ve como ya tiene por delante en el once a Lucas Vázquez, Kovacic, Asensio y Morata en las preferencias del entrenador.
Un Madrid con capacidad de reacción
Rendirse es una palabra que no encuentra hueco en el ADN del Real Madrid. Ese "Hasta el final, ¡vamos Real!" que canta la afición y que los jugadores interiorizan sobre el césped. Como la final de Lisboa ya mencionada, como la temporada pasada en aquellos partidos en el Camp Nou o Vallecas en los que tuvo que remontar para mantener la Liga con vida. Ayer, el equipo no arrojó la toalla tras el mazazo del penalti transformado por Konoplyanka. El Madrid de Zidane sabe remar a contracorriente.
'Factor suplente': la vida sin Cristiano ni Bale
Marcan diferencias, pero el equipo es capaz de sobrevivir sin ellos. Cristiano y Bale no estuvieron y el Real Madrid dio la cara ante un rival de entidad como el Sevilla. Sin el portugués y el galés, la superioridad del equipo blanco merma, pero la lección de ayer es que el equipo tiene nivel suficiente para encarar cualquier compromiso cuando sus dos estrellas no están en el campo.
Morata: sin ocasiones no hay goles
La decepción del partido fue Morata. Es un delatero nato y, como tal, se le piden goles. Ayer no disparó entre los tres palos. Pero es que ni siquiera remató. ¿Pólvora mojada? La realidad es que no le llegó ningún balón franco al área (ni llegó a tocar el esférico en la zona de castigo), con la defensa del Sevilla muy expeditiva a la hora de impedir que los balones dirigidos al canterano llegaran a su destino.