"Si me siento a tomar un café con David Beckham, todo este trabajo habrá merecido la pena"
Hablamos con Max Martinez, creador de 'Miami Legacy', un proyecto que sirve en bandeja el logotipo, colores, nombre y hasta uniformes a la futura franquicia MLS de Miami.
Miami tiene como obsesión particular la futura franquicia MLS de Beckham. Desde los no aficionados al ‘soccer’, hasta los que se desviven por el fútbol, el tema recurrente es siempre uno que lentamente va perdiendo su misterio: el proyecto del Grupo Miami Beckham United.
AS adelantó el 26 de marzo que Roberto Carlos es el entrenador elegido y ya se confirmó la compra de los terrenos en la zona de Overtown para la construcción del nuevo estadio. Pero aún faltan detalles tan vitales como el nombre, logo y colores del futuro equipo de Major League Soccer.
En el corazón de Miami, AS encontró a Max Martinez, un hombre que puede haberle ahorrado el trabajo a Beckham y sus socios. Este nativo de Miami, exjugador universitario de fútbol americano, ha usado todo su tiempo libre en estos últimos seis meses desarrollando un concepto que parece encajar perfectamente con el futuro club.
“Todo empezó en la noche de Halloween (el pasado 31 de octubre). Con mi disfraz puesto y a punto de salir, me quedé en casa porque me vino esta idea a la cabeza y no pude parar...” nos comenta Max, “mi meta ha sido crear un nombre y logo que no solo encarne lo que es Beckham, pero le muestre a la gente que Miami es muchísimo más que una ciudad fiestera”.
¿El nombre elegido? Miami Legacy: “David Beckham es una persona que ha dejado un legado en todos los sitios que ha estado. Desde Manchester, Real Madrid, hasta revolucionar la MLS y ganarse el cariño de la gente en Milán y PSG, la franquicia de Miami será su otro gran legado. Por otro lado, Miami es una ciudad repleta de gente orgullosa de sus orígenes. ‘Legacy’ es sinónimo de patrimonio y tanto en español como portugués se dice ‘legado’. Y al igual que los hispanos bautizaron “Los Galaxy” al Galaxy, aquí los aficionados los podrían llamar ‘Los Legacy'. A Miami le vendría bien una franquicia que no tenga que ver con la meteorología (Heat, Hurricanes) o animales marinos (Dolphins, Marlins)”.
“Crecí con un padre madridista e idolatrando a Beckham. De pequeño, mi usuario en AOL era ‘MiamiBeckham23!’. Es uno de los mejores de la historia, un ícono de la moda, un hombre de familia y de obras caritativas. Lo ha hecho todo...”, nos recuerda Max mientras presume de una colección con camisetas de todos los años de la carrera deportiva de David Beckham.
Más allá del nombre, Max también explica la importancia y su meticuloso proceso para encontrar el logotipo y colores perfectos: “Elegí un logo en forma de pentágono por dos motivos. El primero, porque es la forma que une a un balón de fútbol tradicional (12 pentágonos y 20 hexágonos). Esto es algo que me recordó a Miami, un nexo de unión entre Sudamérica, Centroamérica, el Caribe, Europa y Estados Unidos en sí”.
“La gente de Miami y su diverso patrimonio es lo que hace tan única a esta ciudad. Lo hay todo: desde la comunidad cubana, hasta la venezolana, brasileña, colombiana, haitiana, etc... En los colores de logo se encuentran tonos de rojo, azul y amarillo: colores que se encuentran en banderas de todo el planeta. Decidí incluir estos tres colores, además del blanco, para que el Legacy sea el equipo del pueblo y un club que una a Miami”, añade Max.
También cade destacar su desarrollo de los posibles uniformes: “El proceso fue duro, además, porque me dijeron de todo en internet. No soy un diseñador gráfico profesional y aproveché cada crítica para mejorar. Mi meta ha sido crear uniformes únicos, únicos como esta ciudad y el estilo de juego que tenía Beckham”.
Tantas horas invertidas en una visión pero, ¿cuál es la meta de Max Martinez? El de Miami lo tiene claro: “Tener la oportunidad de trabajar con David Beckham. Quiero transmitirle mi visión de como hacer que este club sea algo especial para mi ciudad. Es alguien al que admiro muchísimo y, si pudiera formar parte de su legado, sería algo increíble. Pero sí, sentarme a tomar un café con él haría que estos seis meses de trabajo hayan valido la pena”.