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Kim Kardashian, al rescate de un grupo de futbolistas afganas en peligro

Una rocambolesca historia, que ha involucrado a la estrella norteamericana y a otras personalidades del mundo de la política y del deporte, ha concluido con un final feliz.

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Kim Kardashian.

La historia es digna de un guión cinematográfico. A finales de agosto de este año, Estados Unidos daba por finalizado el repliegue de sus tropas de Afganistán tras semanas de incertidumbre y 20 años de lucha contra el terrorismo. Atrás dejaban un país desolado por la guerra, sumido en el caos y a merced de los talibanes, que tardaron poco en volver a instalar la política del terror.

El último bastión en caer fue la capital, Kabul, cuyo aeropuerto vivió dramáticas escenas de desesperación protagonizadas por miles de personas que intentaban abandonar el país por temor a las represalias del nuevo régimen. Entre esas personas, un grupo de futbolistas afganas de categorías inferiores de entre 13 y 19 años que junto a sus familias intentaron escapar.

Habían huido hacia Kabul procedentes de varias provincias por temor después de que los talibanes tomaron sus ciudades ya que incluso algunos familiares habían recibido amenazas de muerte. Debían haber volado hacia Qatar a finales de agosto, pero justo cuando iban a ser evacuadas se produjo un atentado que se cobró la vida de 180 personas y optaron por esconderse.

A mediados de septiembre, después de algunas gestiones, lograron el permiso personal del primer ministro paquistaní, Imran Khan, para cruzar la frontera, aunque con un visado provisional. A partir del momento de su llegada se puso en marcha la maquinaria diplomática para tratar de encontrar un destino definitivo, en este caso el Reino Unido.

Con el apoyo del presidente del Leeds United, Andrea Radrizzanil, la gestión de Khalida Popal, exgerente de la selección nacional femenina de Afganistán, que coordinó su rescate desde Dinamarca y los esfuerzos de exintérpretes para el ejército británico y veteranos influyentes que mediaron ante el gobierno, las jugadoras y sus familias lograron el mes pasado el visado para volar el Reino Unido.

Pero faltaban los recursos para hacer posible que el contingente de 130 personas llegara con éxito a suelo británico. Y ahí es donde entra en escena la figura de Kim Kardashian, que tuvo conocimiento de la historia y en apenas 24 horas organizó todo lo necesario para que las jugadoras afganas y sus familias llegaran este jueves a Londres. Donde deberán estar diez días en cuarentena.

La estrella norteamericana ha agradecido a todos los implicados que la 'misión' haya concluido con éxito, pero ha querido recordar también que se sigue produciendo atrocidades en el país asiático. "Me preocupa especialmente que Afganistán se esté convirtiendo en noticia de ayer. Debemos mantener viva la conciencia de todas las personas, en particular mujeres y niñas, que corren el riesgo de ser asesinadas por los talibanes y el Estado Islámico. ¡Mantengamos vivas sus historias y hagamos lo que podamos para ayudar!", asegura en un hilo en Twitter.

"Estoy tan feliz y tan orgullosa de estas chicas. Estaban traumatizadas. Han pasado por mucho y se las arreglaron para mantenerse fuertes. Ahora pueden comenzar una nueva vida y respirar libertad. Hemos logrado nuestro primer objetivo", asegura Khalida Popal a la BBC. "El próximo es trabajar con organizaciones futbolísticas para ayudarlas a iniciar nuevas carreras en el fútbol", concluye.