Los sacrificios de los supervivientes por comida: un desnudo, un veto, rapados...
Los participantes de 'Supervivientes' han aceptado pasar por exigentes pruebas para llevarse un plato a la boca. Todos salvo Gianmarco.
'Supervivientes' encara su recta final y los concursantes tratan de aguantar los días que les quedan en Honduras haciendo frente al hambre que, en muchas ocasiones, se apodera de ellos hasta llevarlos al límite. Desde la organización del programa lo saben, por eso la recompensa de la gala de la pasada noche era más grande pero de la mano llevaba exigentes pruebas. Muchos de los participantes aceptaron, y durante la velada se pudo ver un estriptis, muchos cortes de pelo e incluso promesas que les afectaran mucho en el devenir del reality.
El reto más llamativo fue el de Tom Brusse, que protagonizó uno de los grandes momentos de la presente edición. El joven llevó las riendas de la negociación con Lara Álvarez y Jorge Javier Vázquez porque estaba en juego una llamada en directo a Sandra Pica y un gigantesco sándwich. A cambio, tendría que ir una semana en taparrabos. Tras unos instantes de toma y daca, Tom aceptó y no solo eso, sino que se animó a exhibir su anatomía con un pequeño baile.
Finalmente se quedó con una hoja de vid tapando sus tesoros, aunque tal era su felicidad que dejó a la vista parte de ellos. Junto a él se encontraba Melyssa, que esquivaba el espectáculo y cuyas caras fueron un poema. Sobre todo cuando Tom le pidió ayuda mientras se desnudaba: "No te creo...", espetó cariacontecida la concursante. Su frase lapidaria llegaría al final: "¿Se te ha visto todo? ¿Todo, todo? Qué vergüenza... Claro, por eso te dan el sándwich", espetó.
Por su parte, Alejandro Albalá aceptó una de las recompensas más difíciles, pues pone en serio riesgo sus aspiraciones: prefirió, tras mucho pensar, renunciar a nominar durante todo lo que queda de concurso a cambio de un pollo asado con patatas. Lara Sajen, que recupera los pergaminos que tanto le costó encontrar y que perdió por el chivatazo de Omar, aceptó estar toda una semana con una pesada bola de presidiaria atada a una de sus piernas. Un desafío similar al que tendrá que hacer frente Lola, que totalmente hambrienta optó por degustar una espectacular hamburguesa gigante a cambio de cumplir varias penitencias: estar a ciegas durante un día, atada a una jornada a un compañero, atada ella con esposas y todo un día sin hablar.
Melyssa y Olga Moreno se decantaron por cortar gran parte de sus respectivas melenas. La primera de ellas se cortó más de 10 centímetros de coleta junto a su madre Nela para poder conseguir una llamada con su hermana. La diseñadora y mujer de Antonio David Flores, incapaz de parar de llorar, también se cortó el pelo por un gazpacho, bienmesabe, crepes de crema de cacao y jamón. El único que rechazó 'pasar por peluquería' fue Gianmarco Onestini, que rechazó raparse al uno a cambio de tres magníficas pizzas.