Rebel Wilson arrasa con un posado en bañador tras perder más de 30 kilos
La actriz y humorista llevó a cabo una transformación física de la que presume orgullosa aunque lamenta no haberla sufrido a los 30 años.
La actriz y humorista Rebel Wilson ha dejado atónitos a sus casi diez millones de seguidores en Instagram con un espectacular posado en bañador con el que presume de su notable transformación física. La australiana, que ha participado recientemente en películas como 'Cats' o 'Jojo Rabbit', ha conseguido una drástica pérdida de peso y lo único que lamenta es no haber conseguido mucho antes este cambio de imagen.
"Ahora que sé que puedo hacerlo, a veces me siento triste por no haberlo hecho antes. Quizá debería haberlo intentado cuando tenía 30 años, no 40. Pero el viaje de cada uno es diferente y no es una carrera ni una competición", reveló recientemente para InStyle. La joven se marcó bajar hasta los 75 kilos de peso desde los más de 100 que pesaba, y esa meta la superó a finales del pasado año, si bien no ha dejado de lado la vida saludable y cada día se siente mejor.
"Cualquiera puede salir a caminar y beber más agua y hacer cosas pequeñas y consistentes que mejoren su vida. No es demasiado tarde para empezar, no importa la edad que tenga", agregó animando a sus seguidores a comenzar con el cambio. ¿Pero por qué tuvo sobrepeso? "Viajaba por todo el mundo, viajaba por todas partes y comía una tonelada de azúcar. Creo que lo que sufrí principalmente fue comer debido a mis emociones y para lidiar con el estrés de convertirme en famosa de talla internacional. Hay muchas cosas estresantes que vienen con eso, y supongo que mi forma de lidiar con eso fue comiendo donuts", expresó en 'The Drew Barrymore Show'.
Proyecto 'Año Healthy'
El camino para Rebel no ha sido fácil pero finalmente ha conseguido cumplir su objetivo. La actriz se propuso evitar el azúcar y la comida basura y, a pesar de que ya había perdido algo de peso cuando comenzó con el reto 'Año Healthy', los resultados para ella han sido mejores de lo que esperaba. Para lograrlo ha combinado el entrenamiento de fuerza, el cardio y una alimentación basada en comida real. "Esto no va del número de kilos, sino de estar sana".
Wilson aseguró que la ansiedad la llevaba a ingerir más de 3.000 calorías diarias, normalmente de carbohidratos, por lo que "tenía hambre todo el rato". Comenzó a dar grandes paseos escuchando podcast o audiolibros motivadores, bebió mucha agua y se deshizo de los ultraprocesados. De hecho, confesó que cuando tiró el chocolate, las galletas y los doritos a la basura, echó jabón sobre ellos para evitar posibles tentaciones.