Iker Casillas y Sara Carbonero venden su casa de La Finca
El exportero y la periodista la adquirieron en 2014 por 2,5 millones de euros y la habían puesto a la venta el pasado año por un precio muy superior.
Iker Casillas y Sara Carbonero anunciaron el pasado mes de marzo que habían decidido poner el punto final a su relación con un emotivo comunicado en las redes sociales. El exportero y la periodista defendieron que iban a mantener la amistad para siempre y eso se ha podido ver desde entonces con bonitos comentarios en Instagram o compartiendo algunos momentos especiales junto a sus dos hijos, como ocurrió hace tan solo unos días en el cumpleaños del mostoleño. Sin embargo, cuando una relación acaba es necesario dar ciertos pasos, y eso es lo que han hecho con uno de sus bienes más preciados: su mansión en la exclusiva urbanización La Finca de Pozuelo de Alarcón.
La pareja ha vendido, según 'Viva la vida', la casa que compraron en 2014 por 2,5 millones y que anteriormente había pertenecido al arquitecto Alberto Martín y a la actriz Lydia Bosch. Iker y Sara la acondicionaron a su gusto con una importante reforma, por eso el pasado año, cuando decidieron ponerla a la venta, pusieron un precio que ascendía hasta los 5 millones de euros. En la oferta, colgada en el portal Idealista, aseguraban que la vivienda contaba con 1.000 metros construidos, seis habitaciones en suite, gimnasio, spa, dos amplios salones comunicados, cocina con isla central y un inmenso jardín con porche, barbacoa, futbolín y una gran piscina exterior.
Iker Casillas y Sara Carbonero venden su casa de La Finca
Cabe recordar que el pasado año Iker Casillas adquirió una propiedad en la madrileña zona de Pintor Rosales, una vivienda de 300 metros cuadrados en un exclusivo enclave que puso a su nombre y por la que desembolsó tres millones de euros. En su momento, esta compra generó numerosos rumores de separación, rumores que meses después serían confirmados con una de las rupturas más mediáticas de los últimos años.
El programa de Telecinco recordó que el exportero ha estado viviendo en un ático muy cerca del domicilio familiar para estar cerca de sus hijos y poder llevarles al colegio, mientras que Sara había vivido en esta casa y ahora, según el espacio de Emma García, se ha mudado a Boadilla del Monte, donde lo hacía durante los primeros meses de relación con Iker.
"Yo creo que a Sara, después de todo lo que ha pasado, le ha servido para un crecimiento personal brutal y esto le ha servido para gestionar toda esta historia de esta manera. Son dos personas que reman en la misma dirección para que sus hijos sigan manteniendo una familia", expresó la presentadora mientras aportaba la información.