Los negacionistas atizan a Arturo Perez-Reverte por vacunarse y su respuesta hace historia

Nunca deja indiferente a nadie ni defrauda cuando la ocasión lo merece. Y es que Arturo Pérez Reverte, que a sus 69 años está de vuelta de muchas cosas, no se amilana ni ante el hater más impertinente del lugar. Y mucho menos, si además es negacionista y antivacunas. No ha sido corresponsal de guerra en conflictos de medio mundo para callarse. Ni falta que hace.

Y es que el escritor y miembro de la Real Academia Española ha cometido, a los ojos de algunos, el ‘error’ de vacunarse frente a una enfermedad, la COVID-19, que ha sumido el mundo en un verdadero caos. Y lo que es peor si cabe, ha tenido la gallardía de compartirlo como muestra de agradecimiento y de ejemplaridad.

“Recién vacunado en el hospital Puerta de Hierro, Majadahonda, Madrid. Organización perfecta y personal rápido y eficaz. Muchas gracias”, reza un inocente tuit del escritor que rápidamente le ha procurado una buena ración de críticas entre el sector negacionista. “Dejo de seguirte”, “decepcionante”, “ha dejado de ser un rebelde” o “este es el año, en el que se pone de manifiesto que cientos de miles de personas que creíamos inteligentes, o son estúpidos, o son cobardes vendidos al sistema”, son alguna de las perlas que le han dedicado.

Pero si estos tuiteros esperaban cierta complacencia ante semejante ataque a su libertad, nada más lejos de la realidad. Don Arturo, como se dirigen a él muchos de sus seguidores, no tiene por costumbre dejarlo estar si más.

“Twitter es maravilloso. Recibo mensajes de lectores, o que dicen serlo, afirmando que no volverán a leer mis libros porque me vacuné ayer. Por lo visto debía mantenerme virgen e ininyectado, o como se diga, para no ofenderlos”, señalaba en otro tuit y añadía: “Para la segunda dosis, les ruego que rellenen esto”. Y “esto” no es otra cosa que un ‘Formulario para ofendidos en redes sociales’ que ha causado verdadero furor y el aplauso generalizado.

Una respuesta genial a la ignorancia disfrazada de intolerancia de la que hacen gala algunos. Si a estas alturas, con más de tres millones de muertes a nivel mundial, vacunarse, lo que a todas luces es un acto de responsabilidad, es censurable, apaga y vámonos. Menos mal que don Arturo pone a cada uno en su sitio.