Emilio Aragón anuncia su regreso a la televisión en 'La Resistencia' de David Broncano
Tras 14 años de ausencia, Emilio Aragón, cuya faceta artística es difícil de definir con una sola palabra, regresa de la mano de Movistar+ al frente de un programa musical denominado 'BSO'.
Nunca se llegó a ir del todo. Pero en los últimos años se ha sentido más cómodo entre bambalinas. Su bagaje como humorista, actor, músico, cantante, presentador, productor, director de cine, guionista, compositor y empresario audiovisual español, ofrece una idea de la capacidad creativa de Emilio Aragón (61) y la dificultad de encasillarle.
Sus inicios como uno de los payasos de la tele (Milikito) a finales de los setenta y principios de los ochenta fue solo una muestra de lo que estaba por venir, ya que inmediatamente se convirtió en un icono de la televisión gracias a programas como 'VIP' -y sus ramificaciones-, concursos como ‘El Gran Juego de la Oca’ o series como ‘Médico de familia’.
Pero llegado el momento decidió parar, dar un paso al lado y explorar otros caminos alejado del medio que le dio la fama. Y fue anoche, en ‘La Resistencia’ ante David Broncano, donde anunció la buena nueva. “Vengo a pedirte consejo -en referencia a Broncano-, porque resulta que vuelvo a tele, y vuelvo aquí, a Movistar+”, compartía Aragón, que dio alguna pista sobre 'BSO', su última aventura, cuya fecha de estreno está por definir.
Así es 'BSO'
“Todos tenemos una banda sonora en nuestra vida, una canción del verano, el primer baile, el momento del primer beso, recuerdos entrañables… El programa se llama 'BSO' y en él iremos interpretando las bandas sonoras de los invitados que acudirán a cada entrega. Es una superproducción televisiva de ocho actos que combinará entrevistas, música en directo, humor y cine.”. terminaba de desgranar Aragón.
Así pues, vuelve Emilio Aragón y vuelve, a buen seguro, el espectáculo. Tras 14 años de ausencia autoimpuesta, el otrora imberbe muchacho que soñaba con comerse el mundo del espectáculo, retorna con la mente abierta y ávido de televisión. “A veces en la vida nos tatuamos el 'no' y sin embargo deberíamos tatuarnos ‘por qué no’”, concluía.