Beeple, el artista que ha cambiado las reglas con 'Everydays: The First 5000 Days'
Tras el seudónimo de Beeple se esconde un artista que ha pasado de vender por 83 euros una de sus obras impresas a ver como Christie’s subastaba un collage digital suyo por 57 millones de euros.
El mundo del arte está en shock. Y todavía no ha podido sacudirse la perplejidad después de que Christie’s subastara un collage digital por la nada despreciable cantidad de 69.3 millones de dólares (57 millones de euros), el tercer precio más alto logrado en subasta por un artista vivo, tras Jeff Koons y David Hockney.
Lo que a priori convierte este mosaico de imágenes en objeto de polémica y en algo especial, más allá del hecho de que se trata del resultado de 5.000 imágenes que el creador ha elaborado diariamente a lo largo de los últimos 13 años, es el formato y las consecuencias que para el mundo del arte conlleva el hecho de que un ítem digital único pueda compararse en precio con obras de grandes artistas convencionales de la historia.
Y mientras el debate acerca de la histórica subasta de Christie’s sigue candente por sus implicaciones en una escena artística históricamente más conservadora en cuanto a concepto, un artista al que pocos conocían hasta el 11 de marzo ha visto como su estatus y cotización suben como la espuma. Algo sin parangón en la historia del arte.
Tras el seudónimo de Beeple -un juguete electrónico de los ochenta- , que no es Bansky ni lo pretende, se esconde Mike Winkelmann, un diseñador gráfico de 39 años que vive en una zona residencial de North Charleston, Carolina del Sur, y al que le ha cambiado la vida por completo.
Una vida “aburrida” por otro lado, como él mismo definió en el programa Planet Money de la NPR. "Tengo dos hijos y mi mujer se ocupa principalmente de ellos mientras yo paso ingentes horas de tiempo sentado en el ordenador. Pero llevamos una vida aburrida típica de los barrios residenciales”, confesaba Beeple.
Aunque tampoco puede decirse que su vida fuera tan monótona como pretende afirmar ya que ha trabajado para grandes artistas - Justin Bieber o Nicki Minaj- y empresas -Apple y Space X-, y ha convertido en icónicos a algunos personajes de la ficción como Buzz Lightyear, Pikachu o Winnie the Pooh.
Reconoce que le costó entender el funcionamiento y el sentido de los NFT, pero no tardó en asimilarlo todo y empezar a probar con algunas obras. En cuanto comprendió las enormes posibilidades que ofrecía el nuevo formato y que cada venta le reportaba un porcentaje de beneficios, a diferencia de lo que sucede en el mercado tradicional del arte, Beeple aumentó su dimensión hasta el punto de que Noah Davis, especialista en arte contemporáneo de Christie’s, le pidió una obra para subastar. El resto es historia.